El Cosmos es la Casa de Dios

Conferencia no revisada e incompleta Albrighten Hall, 29 de diciembre de 1952 (AM)

  por Willi Sucher

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El cosmos de las estrellas es la Casa de Dios. Debemos distinguir entre los Seres de las Jerarquías y la manifestación de las jerarquías. Las estrellas del cosmos influyen en la organización de nuestros cuerpos. Durante el desarrollo embrionario se produce lo que podríamos llamar en el embrión una reproducción de los movimientos estelares. Nuestra era materialista ha contribuido a determinar los efectos de los impulsos de las estrellas. Si nos damos cuenta de que no somos sólo un cuerpo material, entonces eventualmente podremos ver nuestro cuerpo como el recipiente que debe llenarse con el contenido del «yo», nuestro ser individual. Lo que hago dentro de mi cuerpo es mi propia preocupación, y una posibilidad es la forma en que experimento mi recipiente para alcanzar el conocimiento de los mundos superiores. La experiencia de Cristo no viene de las estrellas sino de dentro.

La herencia es ese regalo que recibimos de las estrellas, pero no sólo de las estrellas. Algunas cosas deben estar preparadas para el alma que quiere encarnar, pero no es necesario que el alma las determine. Tomamos los ingredientes de la herencia para modelarla en nuestra humanidad. A la edad de siete años ya no podemos hablar de herencia, porque en ese tiempo todo el cuerpo ha cambiado por completo. Por tanto, después de siete años, el cuerpo pasa a ser nuestro. Realmente, siempre dos cosas van juntas…

El Sol en Sagitario está conectado con ciertas jerarquías. Se puede crear una organización humana, es decir, sólo el cuerpo en su forma espiritual. Debemos mirar nuestro cuerpo como un artista al que se le confían ciertas tareas que son nuestro objetivo en la vida. Está en la libertad de la naturaleza humana trabajar hacia el futuro. Que los planetas nos influyan durante nuestra vida depende enteramente de cada uno de nosotros individualmente. Si no hacemos nada más que seguir la corriente, entonces los planetas determinarán nuestro destino.

Hubo una miembro del movimiento antroposófico a quien los astrólogos le dijeron que moriría en un accidente, pero ella no murió, aunque sí fue en un accidente. Le preguntó al Dr. Steiner al respecto y él dijo que los cálculos eran correctos, pero a través de su contacto con la antroposofía y sus esfuerzos con meditaciones y por transformarse, ella no murió físicamente, sino que experimentó la muerte en otro nivel.

Nuestros primeros siete años están bajo la influencia de la Luna y abarcan la herencia. Del 7 al 14, hay un paso más hacia la libertad. La creación de nuestra individualidad se sitúa entre los 38 y 42 años.

La música aportará capacidades en un cuerpo sano a través de la respiración. Esta capacidad funcionará en una vida futura, también en un cuerpo sano. La música, en sí misma, es una especie de sabiduría estelar. Una persona musical tiene la posibilidad de escuchar las Armonías de las Esferas después de la muerte. El interés por los astros da la posibilidad de convivir con los Seres jerárquicos.

Lo que podamos hacer a partir del Impulso Crístico puede ayudar al cosmos a dar un paso adelante. Sin Él, el cosmos dará un paso atrás.

Traducido por Gracia Muñoz en noviembre de 2023

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Un comentario el “El Cosmos es la Casa de Dios

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