GA266c27. De los Contenidos de las Clases Esotéricas

Rudolf Steiner – Berlín, 26 de febrero de 1908

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Recordarán el dicho esotérico que apareció en una de nuestras columnas en el congreso de Múnich:

En el pensamiento puro se encuentra el yo
que puede sustentarse en sí mismo.

La verdad de este verso constituye una gran parte de la vida esotérica. Uno puede dividir todo lo que el hombre piensa y siente hoy en dos áreas. Con mucho, la mayor parte de lo que los hombres piensan y sienten es estimulado por percepciones externas. Los pensamientos y sentimientos son encendidos por las cosas. En principio, no importa si ves un tranvía y dejas que esto estimule tus pensamientos o si un astrónomo mira a través de un telescopio y calcula la trayectoria de un planeta sobre la base de estas observaciones con la ayuda del arco de un círculo. Todos los pensamientos que se estimulan desde el exterior impiden el desarrollo del cuerpo astral.

El cuerpo astral está activo toda la noche. Todos los pensamientos que el hombre pensó durante el día vienen a él. Y dado que estos son en su mayoría pensamientos que surgieron a través de estímulos externos, le agobian. Sólo la parte del cuerpo astral que preservó su armonía por el hecho de haber nacido de mundos superiores trabaja en la restauración de los cuerpos físico y etérico gastados. Sólo los pensamientos que no son estimulados desde el exterior funcionan como fuerzas en el cuerpo astral para promoverlo y purificarlo.

¿De dónde vienen estos pensamientos? Provienen de seres divinos creadores. Es muy importante para un alumno de ocultismo conocer los pensamientos de estos seres espiritualmente creativos. Estos seres tenían el mundo presente en ellos como pensamientos antes de crearlo. Lo primero que había en ellos era voluntad; la voluntad de actuar estaba ahí primero. Esta les estimuló a tener sentimientos. Y de los sentimientos surgió el pensamiento por el cual solidificaron y crearon las cosas. Así, el mundo fue construido de acuerdo con los pensamientos.

Hoy la realización de un acto humano ocurre en el orden inverso. El pensamiento está allí primero, estimulado por un objeto externo; esto suscita un sentimiento, y sólo entonces interviene el principio de voluntad del hombre para realizar una acción.

Toda la vida esotérica real sólo puede desarrollarse tomando los pensamientos de estos espíritus creadores divinos, los pensamientos antes de la creación de las cosas. La mayoría de la gente se dedica enteramente a la vida exotérica y trata de suprimir toda vida esotérica. De este modo están sosteniendo el progreso humano. Son enemigos de un mayor desarrollo y rigidifican a los hombres. Sólo las verdades esotéricas promueven la evolución humana. Ahora, es una ley del ocultismo que toda verdad esotérica se agota después de un tiempo. Y los líderes de la humanidad deben velar porque se proclame una nueva. Entonces, ¿para qué necesitamos una nueva verdad, dicen algunos. Quieren detener todo progreso esotérico. Es la tarea de todos los verdaderos ocultistas velar por que el pensamiento se mantenga vivo y en flujo. Esto se logra tomando los pensamientos de los seres creadores divinos. Estos pensamientos trabajan de noche en el cuerpo astral y trabajan en el cuerpo etérico. Y cuando el trabajo de estos pensamientos en el cuerpo astral se vuelve cada vez más fuerte y activo con respecto al cuerpo etérico, entonces se aproxima ese momento que debe llegar tarde o temprano para cada alumno donde toma conciencia de los mundos espirituales, donde los pensamientos se impresionan en el cuerpo etérico como un sello en cera.

Uno de estos pensamientos está en el verso Rosacruz del que hablamos la última vez. Hoy veremos este verso desde un punto de vista algo diferente. Sabemos que primero existió Saturno. Su materia ni siquiera era gaseosa, era un estado de calor. Un hombre con los sentidos actuales no habría visto a Saturno; Sólo habría sentido calor si estuviera en el lugar donde estaba Saturno. Un hombre de Saturno consistía en materia de calor. La atmósfera de Saturno era como el calor sanguíneo. El hombre aún no tenía sangre, pero el primer germen de su sangre posterior estaba en la atmósfera a su alrededor. La parte física del hombre sólo estaba presente germinalmente.

Si uno mira cómo después de una pralaya el Antiguo Saturno se reincorporo en el Antiguo Sol con la mirada espiritual moviéndose sobre los planetas notaria que la atmósfera de calor de Saturno se condensa en el aire. El hombre obtiene su cuerpo etérico en el Sol. Él es un ser brillante. Los seres espirituales que trabajan a través de la atmósfera astral del Sol sobre el cuerpo etérico, lo encienden y lo hacen brillar. A esto se le llama proceso sulfúrico. Algo bastante similar surge hoy en el pensamiento. Cuando nuestra sangre ardiente entra en las masas nerviosas hay un proceso de combustión y las cosas se iluminan.

Cuando el Antiguo Sol se metamorfosea en la Antigua Luna, el aire se condensa al agua. El cuerpo de la Luna es un cuerpo de agua. Observamos algo muy extraño sobre este cuerpo de agua. Las gotas simples de agua cambian su posición de una manera extremadamente viva y corren con movilidad interior. En algunos aspectos se puede comparar esta propiedad de las gotas de agua con el mercurio. Por eso se llama a este principio que se agrega a la Luna el principio mercurial. Las partes se juntan en formas por sonidos, algo así como las figuras sonoras de Chladni. Las dos primeras vienen juntas, luego dos pares hacen cuatro, etc., igual que todavía se encuentra en nuevas formas vegetales, animales y humanas. Ese es el principio femenino. El principio masculino sólo surgió más tarde de las fuerzas puras de la Tierra.

Cuando la Luna pasó a la Tierra, el agua se condenso en tierra. El proceso precipitante de la sal ocurrió en la Tierra por primera vez a través de la interacción del fuego y del agua. El hombre surgió de macho y hembra y comenzó de nuevo a disolver las cosas a través del pensamiento para que la evolución pudiera continuar. El hombre recibió al errante yo en la Tierra.

Ahora bien, si miramos esta serie evolutiva vemos los cuatro elementos fuego, aire, agua, tierra como en la tercera línea del versículo (2-12):

... mira los tres
Sal, mercurio y azufre,
Dos surgen del sol y la luna (macho y hembra)
De esto crece el Hijo del Hombre
La corona de la creación.

Entendido así, el versículo rosacruz adquiere significado.

Traducido por Gracia Muñoz en Julio de 2017.