Del libro: Hablando a las estrellas: Una introducción a la Astrosofía
English version (p207)
Marte el orador
Marte es la individualidad planetaria que, en el curso de la evolución de la humanidad, instiga al hombre de múltiples maneras a hacer declaraciones sobre los misterios del cosmos. Marte tiene sus lados buenos y menos buenos: tiene su genio y su demonio. Su Genio obra de tal manera que los hombres reciben del universo los impulsos para hablar; la influencia de su Demonio da como resultado que el habla sea mal utilizada de muchas y diversas maneras. En cierto sentido, a Marte se le puede llamar el agitador de nuestro universo. Siempre está dispuesto a persuadir, mientras que Júpiter sólo quiere convencer.
La Naturaleza de la Esfera de Marte y la Obra de Buda
El paso por la esfera de Marte.
Cuando el hombre pasa de la esfera del Sol a la esfera de Marte, las condiciones de existencia en las que entra son muy diferentes en nuestra época actual de las que eran hace relativamente poco tiempo. A los ojos del vidente es bastante evidente que había buenas razones para las afirmaciones, originadas en la clarividencia que una vez poseyó la humanidad, sobre los diversos cuerpos que componen el sistema planetario. Estaba totalmente en consonancia con los hechos que se consideraba que Marte era el miembro de nuestro sistema planetario relacionado con todos los elementos bélicos y agresivos en la evolución de la humanidad…
Después, en el siglo XVII, el Buda se retiró de la existencia terrenal y realizó en Marte un acto que, aunque no es de la magnitud del Misterio del Gólgota, sin embargo se parecía y correspondía en Marte al Misterio del Gólgota en la Tierra. A principios del siglo XVII, Buda se convirtió en el redentor, el salvador de Marte. Él es la individualidad cuya misión es inculcar paz y armonía en la naturaleza agresiva de Marte. Desde entonces, el impulso de Buda se encuentra en Marte, como el impulso de Cristo se encuentra en la Tierra desde el Misterio del Gólgota.
La vida entre la muerte y el renacimiento . GA140c7. 15 de diciembre de 1912. (Ver conferencia completa)
La Naturaleza de Marte y el Acto de Buda
En Marte sucede que los hombres que han permanecido allí corren gran peligro, así como estuvieron en peligro los hombres de la Tierra, del cual Cristo los liberó. El peligro para los hombres de Marte es que su cuerpo astral —como usted sabe, no tienen un yo que desarrollar como nosotros — su cuerpo astral, y por tanto indirectamente también su cuerpo etéreo, pueden sufrir una disminución de fuerza muy grave y secarse. Se ha demostrado que toda la naturaleza de los hombres de Marte es de un tipo que conduce a guerras terribles. Los hombres de Marte tienden a establecerse permanentemente en un lugar determinado. Los hombres de la Tierra tienen inclinaciones cosmopolitas; Los hombres de Marte están unidos con la Tierra, hay muy pocos cosmopolitas entre ellos. Y en Marte hay, o más bien había, constantes guerras y luchas, debido a los cuerpos astrales que son muy fuertes y no están templados ni apaciguados por un Yo. Si lo piensan bien, comprenderán que entre los hombres que se desarrollan de esta manera, inevitablemente habrá una terrible cantidad de luchas y conflictos. Marte no es más que una especie de Luna reencarnada; lo que contiene el cuerpo astral no está atenuado por la influencia suavizante del Yo, con el resultado de que los hombres de Marte tienen un deseo de guerra bastante excepcional. Los griegos actuaron basándose en un verdadero conocimiento cuando hicieron de Marte el dios de la guerra. De hecho, uno se llena de asombro y veneración cuando encuentra en el mundo de la leyenda estos ecos de la verdad. Inolvidable es la impresión que uno recibe cuando, al descubrir que allí tuvieron lugar terribles guerras, descubre que este conocimiento oculto está presente en los nombres que fueron dados a partir del conocimiento contenido en los antiguos Misterios.
Piensen en la continuación de la vida de Buda, este Maestro de la Compasión y del Amor, este Maestro de la superación de las distinciones de casta, y comprenderán la misión que Buda tuvo en Marte — introducir algo a lo que los hombres de Marte nunca podrían llegar sin ayuda, algo que les parecería una piedad exagerada, una especie de actitud monástica ante la vida. Porque la misión de Buda, mediante un ejemplo conspicuo de humildad y pobreza extremas, era vivificar a los hombres de Marte en esta dirección. Apenas puedo empezar a diseñarles la imagen de la influencia de Buda en Marte. El significado de su trabajo allí para los hombres de Marte que viven sin el Yo es, de hecho, enteramente similar a la influencia de un redentor y un salvador, alguien que libera a los hombres a una concepción superior del mundo. Y mientras que en la Tierra la hermandad universal y el amor al prójimo están conectados en su impulso más profundo con Cristo, el cosmopolitismo en su carácter esencial está conectado con la Obra de Salvación que Buda debe cumplir en Marte.
El hombre a la luz del ocultismo, la teosofía y la filosofía. GA137c10. Oslo 12 de junio de 1912
Esfera de Marte y posibilidades de karma dependiendo del ser humano
Cuando el alma pasaba por la esfera de Marte en tiempos anteriores al Misterio de Buda, estaba dotada principalmente de fuerzas de agresividad. Desde el Misterio de Buda, el alma experimenta experiencias esencialmente diferentes si está capacitada por naturaleza para obtener algo de las fuerzas de Marte… durante un cierto período entre la muerte y un nuevo nacimiento, durante el paso a través de la esfera de Marte, cada alma humana tiene la oportunidad de ser franciscana o budista y recibir todas las fuerzas que pueden surgir de sentimientos y experiencias de este tipo. Por tanto, el paso por la esfera de Marte puede ser de gran importancia para el alma humana. El hombre, sin embargo, inscribe sus perfecciones e imperfecciones en cualquier esfera en la que entre, según su afinidad con las cualidades características de esa esfera.
La vida entre la muerte y el renacimiento. GA140c7. 15 de diciembre de 1912
La influencia de Marte descrita en Voltaire e Ignacio de Loyola, fundadores de los jesuitas
Adquirió así un carácter fuertemente agresivo, pero por otro lado también un maravilloso don de la palabra; porque los Seres de Marte preparan desde el cosmos todo lo que pertenece al habla y al lenguaje y lo colocan en el karma de los seres humanos. Siempre que la habilidad artística y la fluidez en el habla se muestran en el karma del ser humano, se debe al hecho de que sus experiencias kármicas lo han llevado a la vecindad con los Seres de Marte.
Relaciones kármicas. GA240c5. vol. VIII, 24 de agosto de 1924
continúa: La Esfera de Júpiter
Traducido y editado por Gracia Muñoz en octubre de 2023
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