Rudolf Steiner — Berlín, 4 de noviembre de 1905

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Hoy, en relación con la conferencia anterior, se seguirán algunos comentarios aforísticos sobre las diferentes razas. Primero, sin embargo, se llamará la atención sobre ciertas cosas, la razón por las cual solo aparecen en unos pocos libros.

Las llamadas leyes de nutrición en las diversas civilizaciones parecen ser al principio muy arbitrarias. Sin embargo, esto no es así, nacen del conocimiento y la sabiduría, pero debemos tener en cuenta estrictamente que nuestra humanidad actual no está en condiciones de seguir los asuntos que ahora queremos tratar. Sin embargo, proporcionarán una base para ciertas leyes de la vida social. Por supuesto, nadie debería creer que uno se convierte inmediatamente en un experto simplemente yendo al vegetarianismo, etc.

Entre los pueblos orientales existe una cierta forma de practicar el arte de la curación en la que los médicos otorgan la mayor importancia a la nutrición de su propio cuerpo físico. En los lugares donde todavía existe la antigua vida espiritual, hay quienes se han convertido en sanadores siguiendo una dieta que consiste exclusivamente en leche. Tienen bastante claro que, al excluir todo lo demás, obtienen ciertas fuerzas curativas dentro de sí mismos, especialmente en el tratamiento de las llamadas enfermedades mentales. Tienen sus métodos especiales. Saben con certeza que cuando solo toman leche, desarrollan fuerzas bastante definidas[1].

Seamos claros acerca de la intuición de la que esto depende. Esta intuición profunda se puede entender de la siguiente manera. Sabemos de un acontecimiento definitivo en la evolución humana. A mediados de la Edad Lemuriana, el elemento humano original se dividió en una humanidad ascendente y un reino animal. Con esto está ligado el hecho de que las fuerzas que todavía tenía la Tierra cuando estaba unida con la Luna también se dividieron y una parte de la misma con la Luna, se separó de la Tierra.

Pensemos en el momento en que la Tierra todavía estaba unida con la Luna. Entonces el hombre se encontraba en una etapa bastante diferente de desarrollo. Él ya tenía sangre tibia, pero aún no estaba dividido en sexos. Fue con la separación de la Luna que se observará esta división, de modo que cuando hoy miras a la Luna puedes decir: Es tu separación de la Tierra la que ha provocado que el poder de la reproducción humana se haya dividido en dos partes También hubo un tiempo en la Tierra en el que la humanidad se conectó directamente, se fusionó con lo que era animal, y también fue alimentada por el animal. Este tipo de alimento no puede ser fácilmente entendido por aquellos que carecen del poder de la clarividencia. Sin embargo, podemos formar un concepto de esto cuando observamos la forma normal de alimentación de los mamíferos, que alimentan a sus crías con su propia leche. Con la división del poder de reproducción también apareció este tipo de nutrición. Los seres humanos anteriores podían absorber sustancias alimenticias tal como hoy los pulmones absorben el aire. En ese momento, los hilos de succión conectaban al hombre con toda la Naturaleza que lo rodeaba, de alguna manera en la forma en que hoy el embrión se alimenta en el cuerpo de la madre. Esta era la antigua forma de alimentación en la Tierra. Una reliquia de esto es el amamantamiento de los mamíferos, y la leche es como el alimento que la humanidad tomó en los tiempos prelemurianos. Es el antiguo alimento de los Dioses, la primera forma de alimentación en la Tierra. En ese momento la naturaleza de la Tierra era tal que en todas partes este alimento podía ser absorbido. Por lo tanto, la leche es un producto de la primera forma de alimento humano. Cuando la constitución física del hombre estaba más cerca de lo divino, succionaba la leche de su entorno. Los ocultistas saben cómo el hombre está conectado con la naturaleza.

La toma de leche es una transformación de una forma primitiva de alimentación. La primera comida del hombre fue siempre la leche. En el dicho: «La leche de la bondad humana», esta expresión se usa intencionalmente. Debemos preguntarnos: ¿cómo se originó que la leche, como era en ese momento, pudiera ser extraída de la Tierra? Las fuerzas de la Luna en la Tierra lo hicieron posible; como un torrente sanguíneo omnipresente, impregnaron toda la Tierra. Pero cuando la Luna partió, estas fuerzas solo pudieron concentrarse en órganos especiales de los seres vivos.

El ocultista llama a la leche: la comida lunar. Los hijos de la luna son aquellos que se alimentan de leche. La luna trajo la leche. Se ha verificado que los curanderos orientales, que solo viven de la leche, absorben nuevamente las fuerzas originales que estaban en la Tierra cuando la leche todavía fluía en las corrientes. Dijeron: Estas son las fuerzas que dieron vida a la humanidad. Estas fuerzas productivas también deben ser beneficiosas para la salud, por lo que nosotros mismos ganamos el poder para mejorar la salud, cuando solo tomamos leche y excluimos todo lo demás.

Trasladémonos a la era Prelemuriana. Entonces prevaleció la condición donde la leche fue succionada de los alrededores. Surgió una condición donde la leche se convirtió en el alimento general para la humanidad, y luego paso a la condición en que la leche materna proporcionó el alimento. Antes del momento en que la leche se absorbía de la Naturaleza, hubo una Era en la que la Tierra aún estaba unida al Sol. Entonces existió una alimentación solar. Así como nos ha quedado la leche de la Luna, también se han quedado los productos que obtuvieron su madurez del Sol. Todo lo irradiado con luz solar, flores y frutos de las plantas, pertenece al Sol. Antiguamente su crecimiento se inclinaba hacia el centro de la Tierra cuando esta estaba unida con el Sol. Se plantaron en el sol con sus flores. Cuando la Tierra se separó del Sol, conservaron su antiguo carácter: sus flores volvieron a girar hacia el Sol. El hombre es la planta a la inversa. Esa parte de la planta que crece sobre la Tierra tiene la misma relación con el Sol que la leche con la Luna, por lo tanto, es alimento solar. Junto con la nutrición de la leche surgió una especie de nutrición vegetal, es decir, de las partes superiores de la planta. Esta fue la segunda forma de alimentación humana.

Así, cuando la Edad de Lemuria se acercaba a su fin, teníamos dos tipos humanos: los Hijos de la Luna, que criaban animales y se alimentaban de lo que estos producían, de su leche; y un segundo tipo que se alimentaba de las plantas, de los productos de la Tierra.

Este hecho está retratado en la historia de Caín y Abel[2]. Abel es un pastor, Caín un cultivador del suelo; Abel representaba la raza de la Luna y Caín la raza del Sol. Esta alegoría es muy profunda. La enseñanza oculta revela esto de una manera algo oculta. Ese ser divino que le dio al hombre la posibilidad de convertirse en un ser de la Luna, alimentándose con la comida transformada de la Luna, fue llamado por el pueblo judío «Jehová». Era la fuerza nutritiva de la naturaleza; esta fluía hacia Abel y él la tomaba de sus rebaños. Fue una caída de Jehová cuando el hombre se acercó a la comida del sol. Es por eso que Jehová no aceptaría la ofrenda de Caín, porque era la ofrenda de un alimento solar.

Cuando volvemos a los tiempos más antiguos, no encontramos ningún alimento excepto la leche, la comida que el hombre recibe de los animales vivos. Esta es la primera forma de alimentación como lo es ahora en las primeras semanas de vida, y el sanador oriental relaciona esta forma de alimentación con el dicho: ‘Si no te conviertes en un niño pequeño, no puedes entrar en el reino de los cielos’. Todas estas cosas tienen su significado.

Ahora venimos de la era lemuriana a la era atlante, a los pueblos que vivían en la región del actual océano Atlántico. Con los Atlantes aparece algo nuevo. Comenzaron por primera vez a comer alimentos que no fueron tomados de lo que está vivo, sino que provenían de lo que estaba muerto. Consumieron lo que había dado vida. Esta es una transición muy importante en la evolución humana. Por el hecho de que los seres humanos se alimentaron de lo sin vida, fue posible hacer la transición al egoísmo. Esta alimentación de lo que está muerto está correctamente conectada con el deseo del yo. El hombre se independizó al comer lo que está muerto. Tomó a lo sin vida en sí mismo de varias formas, al principio en el caso de los pueblos cazadores en desarrollo que mataron animales. Más tarde, surgieron pueblos que comieron, no solo lo que maduró el sol, sino lo que maduraba bajo la superficie de la Tierra. Esto esta tan sin vida como el animal muerto. Todo lo que vive en la parte más baja de la naturaleza animal, lo que está saturado de sangre, se ha alejado de la fuerza lunar. La fuerza lunar misma todavía está en la leche, que está conectada con el proceso de la vida, mientras que el hombre absorbe las fuerzas de lo que está muriendo cuando come lo que está muerto. Igualmente, muerta está esa parte de la planta que crece debajo de la superficie de la Tierra, que no está iluminada y calentada por el principio de vida del Sol. Por lo tanto, existe una correspondencia entre la raíz y el cuerpo del animal saturado de sangre.

Más tarde se agregó otra forma de comida que no existía antes. El hombre introdujo en su comida lo que era puramente mineral, lo que sacó de la Tierra, la sal, etc. En su comida, por lo tanto, pasó por los tres reinos. Este es aproximadamente el curso por el que pasó la civilización atlante con respecto a la alimentación. Primero vinieron los pueblos cazadores, luego los pueblos agricultores y, en tercer lugar, el desarrollo de la minería, que sacó a la luz lo que hay debajo de la Tierra.

Todas estas cosas representan un alejamiento de la fuerza real de la vida o la producción. El animal muerto está separado de la vida. Esa parte de la planta que está en el suelo también está separada de la vida. Todo lo relacionado con la sal es la naturaleza muerta del reino mineral, que queda del pasado.

Ahora llegamos a la quinta raza humana. El consumo de leche y el consumo de fruta continuaron; Se agregaron otras cosas como algo nuevo. En la Quinta raza Raíz, la adición más destacada es la que se obtuvo de los minerales, es decir, mediante un proceso químico. Esto se indica en Génesis. ¿Qué se ganó mediante un proceso químico? Hay un ascenso en la evolución, la química se aplica a las plantas, a la fruta. De esta surgió el vino. Este no existía en la Atlántida. Por lo tanto, la Biblia nos dice que Noé, el antepasado original de la raza postdiluviana, se embriagó con el vino. Mediante un proceso químico-mineral se produjo algo del reino vegetal. El vino jugó un papel especial en toda la Quinta Raza Raíz. Todos los iniciados desde el comienzo de la Quinta Raza Raíz habían asumido sus tradiciones desde la época de la Raza Atlante, cuando todavía no había vino. Los iniciados hindúes, persas y egipcios no necesitaban el vino. Lo que jugaba un papel en los rituales sagrados era exclusivamente agua.

Con el vino de la Quinta Raza Raíz, apareció el tratamiento mineral de la planta. Las primeras tres Subrazas fueron repeticiones de lo que había anteriormente. La Cuarta Subraza fue la primera en desarrollar lo nuevo, que aparecería en la Quinta Raza Raíz. Se reclamó cierta santidad para el vino. En este sentido surgieron cultos en los que el vino jugaba un papel (el culto a Dionisos). Incluso apareció un dios del vino.

Esto se había preparado gradualmente para el desarrollo de la humanidad. El vino apareció por primera vez con los persas. Aquí, sin embargo, el vino todavía era algo bastante secular. Solo gradualmente encontró su camino en el ritual, en el Culto a Dionisos. La Cuarta Subraza es la que primero dio a luz el cristianismo y también la que setecientos años antes anunció su misión a través de los dramas dionisíacos. Estos primero llevaron el vino a la esfera del culto. Este hecho fue retratado de la manera más maravillosa por el evangelista que más sabía sobre el cristianismo: San Juan. Describe al principio la transformación del agua en vino, porque el cristianismo llegó al principio para la Cuarta Subraza de la Quinta Raza Raíz. Se necesitaba una enseñanza que hiciera sagrado lo que tenía que suceder en el plano físico. El vino separa a los seres humanos de todo lo espiritual. Quien toma vino no puede alcanzar lo espiritual. No puede saber nada de Atma, Buddhi y Manas, de lo que es duradero, de lo que se reencarna. Esto tuvo que ocurrir. Todo el curso de la evolución humana es un descenso y un ascenso. El hombre tuvo que descender al punto más bajo. Y fue para que él descendiera directamente al plano físico que el Culto Dionisíaco hizo su aparición. El cuerpo humano tenía que estar preparado para el materialismo a través del culto dionisíaco; Por eso tenía que aparecer una religión que transformara el agua en vino. Antes el vino estaba estrictamente prohibido a los sacerdotes, si quisieran experimentar el Atma, Buddhi y Manas. Ahora tenía que surgir una religión que condujera directamente al plano físico, de lo contrario los seres humanos no habrían descendido por completo. Esta religión que los condujo hacia abajo tenía que tener una manifestación externa, una manifestación que se alejara de Atma, Buddhi y Manas, de la reencarnación, y solo llamó la atención sobre lo que era de naturaleza general. Lo siguiente será que el vino se convierta nuevamente en agua.

Si antes el agua no se hubiera convertido en vino, el hombre no habría recibido todo lo que hay en este valle terrenal. Al comienzo del Evangelio de San Juan en la descripción del cambio de agua en vino en el matrimonio en Canaán, se nos muestra cómo Cristo tomó en cuenta lo que estaba allí. Pero también calculó el futuro, por el hecho de que, por su parte, inauguró el Sacramento de la Última Cena. La Última Cena es el mayor símbolo de Aquel que comenzó esta corriente de civilización con la Cuarta Subraza. Siendo realmente el verdadero «Hijo del Hombre», que descendió a las mayores profundidades para resucitar con el mayor poder, tuvo que aferrarse a lo que había allí y mostrarle a la humanidad cómo la constitución física de la raza estaba relacionada con su misión. Si la humanidad volviera a ascender, era necesario que tuvieran un símbolo que condujera una vez más lo muerto a lo vivo: pan y vino. En el sentido oculto, el pan es lo que ocurre cuando la planta ha sido asesinada. Una vez más, el vino se produce cuando la planta ha sido asesinada, para tratarla después con sustancias minerales. Cuando uno hornea la planta, hace lo mismo que cuando mata al animal. Cuando sacamos vino del reino vegetal en cierto sentido, hacemos lo mismo que cuando desangramos al animal. El pan y el vino están allí como el símbolo de la Cuarta Raza. Lo que debería desarrollarse en el futuro es un nuevo ascenso de la nutrición vegetal a la mineral. El pan y el vino deben ser nuevamente sacrificados, deben ser abandonados. Así, cuando Cristo apareció en la Cuarta Subraza, señaló el Pan y el Vino: ‘Este es mi cuerpo; esta es mi sangre». Aquí deseaba crear la transición de la alimentación animal a la nutrición vegetal, a la transición de algo más elevado.

En ese momento había dos clases de seres humanos: en primer lugar, aquellos cuyo alimento era de carne y sangre; Estas son las personas precristianas de quienes Cristo no se preocupó. En segundo lugar, aquellos que solo mataban plantas, que extraían de las plantas su sangre: personas que bebían vino y comían pan. En estos estaba interesado; son los precursores de esa humanidad que existirá en el futuro.

La importancia de la Última Cena es la transición del alimento tomado del animal muerto al alimento tomado de la planta muerta. Cuando nuestra Quinta Subraza haya llegado a su fin, en la Sexta Subraza, se entenderá la Última Cena. Incluso antes de esto, será posible que la tercera forma de nutrición comience a hacer su aparición, la puramente mineral. El hombre mismo podrá entonces crear su alimento. Ahora toma lo que los Dioses han creado para él. Luego avanzará y él mismo preparará en el laboratorio químico las sustancias que necesitará.

Como pueden ver todas estas cosas surgen de profundas intuiciones. Cuando en los antiguos pueblos orientales encontramos todo tipo de instrucciones sobre lo que se debe comer, estas no son en actualidad leyes, sino historias: no debe esperar que el efecto de una sustancia sea diferente de lo que es.

Lo que Cristo sacrificó, pues en realidad fue sacrificado después de haber participado de la Última Cena, era el cuerpo físico. El muere para toda la Humanidad, el cuerpo físico morirá. Hacia la mitad de la Sexta Raza Raíz, en el último tercio, ya no habrá un cuerpo físico. Entonces el ser humano volverá a ser etérico. Pasará a una sustancia más fina. Pero esto no sucederá si el hombre mismo no lo provoca. Para esto, primero debe pasar a la alimentación que prepara en el laboratorio. De modo que ese hombre, en la medida en que ya no toma su alimento de la Naturaleza, sino que lo obtiene de su propia sabiduría, del Dios dentro de él, en ese momento también se apresura hacia su propia deificación.

Cuando el hombre comience a alimentarse a sí mismo, también se establecerán las bases para algo más elevado, es decir, la autopropagación. Gradualmente creará vida para sí mismo fuera del mundo mineral.

Esta es la gran progresión de la evolución humana. Lo que el científico natural sabe hoy es solo una fracción del gran ciclo.

Con Antiguo Saturno llegamos a la Edad Mineral. En la Época Atlante, a través del consumo de lo que estaba muerto, se preparó lo que debía provocar el egoísmo. Desde los semitas originales hasta la quinta subraza, el yo humano se fue desarrollando gradualmente. En la Sexta Subraza de la Quinta Raza Raíz, el «Yo» volverá a alcanzar una etapa más elevada de desarrollo. Esto significa que estamos ante una nueva llamada espiral de existencia. La espiral anterior comenzó en el tiempo en que los semitas originales sentaron las bases para la actual Raza-Raíz.

Es a la civilización semita original a la que debemos todo lo que ha existido hasta la actualidad. Pero ahora comienza un nuevo impacto con los pueblos eslavos que conducirán al futuro. Una especie de ruptura con el pasado será provocada por un pueblo que introducirá un nuevo impulso en el mundo. Esto está trabajando como espiritualidad oculta en el campesinado ruso. Formarán la segunda parte de la espiral que viene. En la actualidad, cierta cultura está en proceso de destrucción y se está preparando una nueva. Se está preparando en Occidente y se concretará en Oriente. Pues lo viejo debe activar lo nuevo. Dondequiera que tengamos nuevos impulsos en nuestro tiempo, estos son germinales, incómodos, poco hábiles. Por el contrario, lo viejo está claro, pero tiene un carácter crítico y destructivo. Fue la raza semítica la que dio a luz a los portadores de la cultura antigua, quienes son los portadores de lo que gira en espiral dentro de la espiral.

Todos estos tienen algo semítico sobre ellos. Ejemplos: Lassalle, Marx. La espiral gira hacia adentro. Una continuación de aquí ya no es posible. Ahora se debe dar un salto como de una orilla a otra, hacia la espiritualidad de la futura cultura de Oriente. Este es un impulso completamente nuevo.

Lo que pertenece al futuro aún no está formado y, naturalmente, está infiltrado por lo antiguo. Haeckel es un hombre que nada en medio de la corriente y es atraído por ambas espirales. La primera parte de «Weltritsel» de Haeckel (Enigmas del mundo)[3]  es una Teosofía elemental positiva: la segunda parte es negativa y totalmente destructiva. Esta es una doble espiral (Wirbel).

También podemos observar estas contradicciones en el socialismo de Oriente y Occidente. El socialismo de Occidente es un socialismo de producción; el de Oriente es un socialismo de consumo. Quien ordena la vida social en la dirección de la producción cuenta con la posesividad, con el egoísmo. El que considera el consumo dirige su atención a lo que otros requieren de él; recuerda a sus semejantes, reconoce la hermandad.

El socialismo de la producción —Marx, Lassalle— solo tiene en cuenta al trabajador, en la medida en que él es el productor. En Oriente, el consumidor se coloca en primer plano, como por ejemplo con Kropotkin, Bakunin, Herzen. Pueden ver cómo se acumulan las cosas hasta alcanzar el clímax si siguen a Kropotkin. Tenía una comprensión inmediata del principio de interacción útil en el caso de los animales. El socialismo de Occidente se basa enteramente en la lucha. Por lo tanto, las corrientes de la evolución del mundo juegan entre sí.

Traducción revisada por Gracia Muñoz en abril de 2020

[1] Nutrición. Más tarde, Rudolf Steiner habló sobre este tema desde muchos ángulos diferentes, especialmente a los trabajadores dedicados al edificio Goetheanum. Ver Rudolf Steiner sobre Nutrición, salud y enfermedad.

[2] Caín y Abel. Rudolf Steiner interpretó esta alegoría de diferentes maneras, especialmente en conferencias en 1904 y 1905 en relación con la Leyenda del Templo. Die Tempel legende und die Goldene Legende. Los únicos traducidos son Sobre el templo perdido y encontrado 15, 22, 29 de mayo, 5 de junio de 1905, (mecanografiado).

[3] El enigma del universo de Haeckel. Ver conferencia 5.10.1905 Tres ensayos sobre Haeckel y Karma.