Willi Sucher, – 26 de Noviembre de 1954
English version (pág.19)
Me gustaría continuar hoy con la Luna y los nodos Lunares. Como sabemos, la Luna se mueve alrededor de la Tierra, y este movimiento podemos verlo por nosotros mismos. En la luna nueva, no podemos verla durante un período de dos días. Si la observamos noche tras noche, podemos ver cómo se mueve a través de las estrellas fijas. Si una noche esta cerca de Regulus —estrella fija en la constelación de Leo— la noche siguiente se habrá desplazado unos 12° acercándose a Virgo. Tenemos que tener en cuenta también las fases. La última luna nueva tuvo lugar en la constelación de Escorpio, y no pudimos verla durante dos días. En ese momento la luz del sol se mostraba en el lado oculto de la Luna, el lado que no podemos ver. A medida que la Luna se va alejando de la posición de Luna nueva, se va haciendo más visible hasta llegar al cuarto creciente —cuando la Luna se ve como si estuviera cortada por la mitad— y después vemos la luna llena, continuando en cuarto menguante y finalmente, va decreciendo hasta que vuelve a ser una luna nueva.
La Luna entrará de nuevo en este punto en Escorpio después de unos 27 días y medio, y a esto se llama el “ciclo sideral” de la Luna. Sin embargo, el Sol se habrá movido mientras tanto a Sagitario, por lo que la siguiente luna nueva se llevará a cabo en este signo unos 29 días y medio después de la luna nueva anterior. Este paso de luna nueva a luna nueva se llama un “ciclo sinódico”. En la próxima luna nueva habrá un eclipse de Sol, aunque no vamos a poder verlo, ya que se llevará a cabo antes del amanecer.
Cuando hablamos acerca de la naturaleza de la Luna, dijimos que era una especie de filtro o protector de la Tierra. Podemos ampliar esta imagen, mirando hacia atrás en el tiempo.
Hubo un tiempo en el que el Sol y la Luna estaban unidos con la Tierra, pero en la Época Lemúrica se separaron. ¿Cómo era la Tierra durante los tiempos de Lemuria? Antes de la separación del Sol, la Tierra era de consistencia gaseosa. Cuando el Sol se alejó de la Tierra, la Tierra y la Luna se hicieron más fluidos. Esta condición líquida de la Tierra-Luna provocó una gran vegetación, un crecimiento selvático tropical y de tamaño gigantesco. La consistencia era mucho más ligera que nuestra vegetación presente, ya que era más fluida. Había también enormes animales con cabezas pequeñas, los dinosaurios. Los seres humanos no podían vivir en esta Tierra. Entonces hubo un metabolismo gigantesco, y la Luna se separo de la Tierra. Desde entonces hizo su trabajo desde el cosmos, y fue posible un crecimiento normal y controlado.

Sabemos de las fuerzas de la Luna y su relación con la siembra, el agricultor siembra durante la Luna llena. En este sentido podemos ver a la luna como un indicador que señala un tiempo determinado. Todo lo que crece está conectado con la Luna. En esta conexión por supuesto incluimos el desarrollo embriológico.
Como consecuencia de la separación de la Luna de la Tierra, se hizo necesario el desarrollo paulatino de la cabeza y del cerebro humano. Cuando la Luna estaba unida a la Tierra, no era necesario desarrollar la cabeza, por lo tanto, tampoco se podía desarrollar la conciencia humana. Tenemos pues el crecimiento, el metabolismo por un lado y por el otro el desarrollo de la conciencia.
El crecimiento se lleva a cabo en relación con las fases de la Luna. A través de la luna nueva (sol y luna en conjunción) continua su movimiento y su luz va creciendo a la vez que crecen los procesos metabólicos en la Tierra hasta culminar con la Luna llena. Con la Luna llena el Sol y la Luna están frente a frente (oposición 180º). Entonces empieza el proceso de Luna llena, a menguante donde se mueve hacia el polo de la conciencia de la Tierra. Por lo tanto, en el camino a la Luna llena tenemos el crecimiento del metabolismo y hacia la Luna nueva tenemos el polo de la conciencia, y en esta polaridad se mueve la Tierra.

Ahora, volvamos a los nodos. Si trazamos una línea para indicar la trayectoria del Sol o plano alrededor de la Tierra, vemos que la Tierra se encuentra aproximadamente en el centro de este plano, como si estuviera colgada. Recordareis la última vez que hablamos del plano del Sol y la Luna, La Luna cruza el plano del Sol en dos puntos: cuando se mueve por encima del plano del Sol, cruza a través de su nodo ascendente, y cuando se mueve por debajo del plano del Sol, se cruza en su nodo descendente.
Estos puntos, donde la Luna cruza la esfera del Sol, son los nodos lunares y estos nodos son puertas de entrada de la esfera de la Luna a la esfera del sol. Como dijimos la última vez, estos nodos se mueven a través del zodiaco y regresan al mismo lugar en 18 años y 7 meses, y se mueven en dirección opuesta a la Luna. Estos nodos o puntos de conexión entre la esfera de la Luna y la esfera Sol son muy importantes para la vida después de la muerte. Tras la muerte debemos pasar por la purificación y para pasar del mundo del alma al mundo del espíritu, necesitamos los portales de los Nodos Lunares. Es como pasar de un lugar a otro. Es un punto donde se puede penetrar a un aspecto más espiritual del universo, que no es posible hacerlo de una manera física.
Podemos seguir a la Luna, y la veremos en su fase de luna nueva el 25 de diciembre. El nodo Lunar estará en Sagitario. Queremos encontrar el aspecto espiritual del cielo. Para ello tenemos que ir a través de esta puerta o puente del nodo Lunar, que nos llevara de la esfera inferior a la superior. Tal y como está ahora, podemos ver la Luna, pero no atravesarla. Si el nodo estuviera allí también, entonces podríamos pasar a aspectos más elevados. Tenemos que esperar hasta que el nodo Lunar llegue a ese punto, o de lo contrario hay que ir al pasado y encontrar el momento en que el nodo Lunar estaba allí. Con la Luna seguimos adelante de la Navidad, y con el nodo volvemos a la Navidad.
Si pasamos de la esfera de la Luna a la esfera Sol, vamos hacia atrás. Si queremos obtener el aspecto espiritual de la luna nueva en la actualidad, tenemos que volver a 1937, o tal vez tengamos que ir aún más atrás, y llegamos a 1928, que son 9 años y 3 meses y medio cuando el nodo opuesto alcance ese lugar. Esto dependerá de qué acontecimientos espirituales han tenido lugar para decidir qué nodo debemos tomar. Con el fin de encontrar un aspecto espiritual o una interpretación, vamos contra el tiempo, y puede que tengamos que volver a través de muchas revoluciones del nodo ascendente o descendente a ese lugar.
Sin embargo, en el plano físico tenemos que seguir adelante. Cuando estamos buscando la parte espiritual del momento presente, el punto de vista espiritual es lo que importa, por lo tanto, si queremos hablar sobre el eclipse del 25 de diciembre, tenemos que volver atrás. Rudolf Steiner habló de ello, por ejemplo, indicó que, si queremos entrar en contacto con el líder de los Arkai, tenemos que retroceder siglos, tal vez incluso miles de años.
El año 343 fue un momento en que se inauguraron ciertas cosas que tuvieron un efecto duradero. El Dr. Steiner puso gran énfasis en ello, es decir, debemos ir más allá del nivel ordinario de tiempo. En el Kamaloca nuestras almas vuelven hacia atrás pero no se detienen en el momento del nacimiento, sino que continúan retrocediendo a través de las encarnaciones incluso llegan al desenvolvimiento de Saturno. Esto nos lleva al ejercicio de mirar hacia atrás antes de dormir, en la noche. Miramos hacia atrás en abreviaturas después de la muerte. El Puente de Annum es el puente a la realidad espiritual (ver El Pensamiento Humano y el Pensamiento Cósmico de Rudolf Steiner).
Traducción revisada por Gracia Muñoz