Rudolf Steiner — Dornach, 6 de enero de 1918
En estas conferencias hemos estado esforzándonos en comprender algo sobre el curso de la evolución de la humanidad; hemos buscado los fundamentos más profundos de mitos como el de Osiris-Isis; también hemos buscado encontrar de nuevo el camino desde cierta perspectiva, al mundo de los Dioses Griegos. Hemos tocado ligeramente el significado interno de conceptos que tal vez no llegan a una clara expresión, pero que subyacen en los mitos poéticos de Egipto y Grecia, y hemos tratado de estudiar, en cualquier caso, la conexión entre la base de estos mitos y las doctrinas del Antiguo Testamento.
Estas doctrinas del Antiguo Testamento han surgido de un espíritu diferente del de la mitología de los egipcios y los griegos. Hemos visto que las mitologías egipcia y griega en la forma de su estructura, se derivan de ciertas experiencias antiguas de la humanidad. Se basan en una cierta conciencia que poseía la humanidad, una clarividencia atávica, y a través de esa clarividencia atávica se situaban en una relación interna con el espíritu que impregna la Naturaleza, igual a la que posteriormente, entre el nacimiento y la muerte el hombre se relaciona con las percepciones de los sentidos. Hemos visto que en este antiguo conocimiento atávico, había una concepción del mundo de gran alcance, como una experiencia interior, que significaba más que el conocimiento meramente sensorial perceptivo de la humanidad transicional a la que todavía pertenecemos.
Todo lo que había surgido como imágenes en la mitología egipcia y la mitología griega, o mejor dicho, de la contemplación de los dioses, se encuentra en el Antiguo Testamento como una verdadera doctrina, con una nota clave de la moralidad. De hecho, anteayer, cuando hablé de la importante diferencia entre la mitología de Egipto y de Grecia y el Antiguo Testamento, les dije que los Seres espirituales divinos que están en el principio del Antiguo Testamento, los Elohim, Iahvé, solo se puede pensar que juntos crean a la humanidad. Solo podemos pensar en ellos produciendo a través de su obrar lo que llamamos la humanidad terrenal. De hecho, la evolución completa del hombre terrenal solo se llevo a cabo de acuerdo con el acto fundamental de los Elohim, de Iahvé. Dije que ese no es el caso en la mitología egipcia o griega. Allí los hombres miraron hacia atrás a los tiempos antiguos y se dijeron a sí mismos: los dioses Osiris, Isis, Zeus, Apolo, Marte, Pallas, que están ahora conectados con la guía del destino humano, han surgido de otras generaciones de dioses, pero los hombres ya estaban en la existencia. La mitología egipcia y la griega remontaban al hombre a tiempos más antiguos en los que esos dioses aún no creaban ni gobernaban, pero que eran reconocidos en su época. Así, los hombres en Egipto y Grecia se atribuyeron una antigüedad mayor que la de los Dioses que entonces estaban en el poder.
Esta es una diferencia tan fundamental y significativa que uno debe tenerlo muy presente. En el curso de estos estudios veremos qué hecho infinitamente importante y significativo señala esta concepción. En la doctrina del Antiguo Testamento, los dioses venerados eran al mismo tiempo los dioses que crearon la raza humana. Solo porque la doctrina del Antiguo Testamento hace de la Divinidad el creador del hombre, solo a través de esto fue posible que la doctrina del Antiguo Testamento insertara al mismo tiempo el elemento moral, el impulso moral, en el orden divino y por lo tanto en todo el ordenamiento de la humanidad, uno podría decir en Providencia.
Esto es importante para una comprensión de la concepción del mundo actual. Porque los conceptos del mundo de hoy no se derivan de ninguna manera definida de una fuente uniforme; tienen orígenes muy diferentes, y llevamos mucho dentro de nosotros, de las creencias que profesamos como hombres modernos, que está directamente enraizado en las ideas griegas. Y llevamos mucho dentro de nosotros, especialmente en el presente inmediato que tiene mucho que ver con lo que apunta hacia el Antiguo Testamento. La búsqueda de muchos seres humanos por encontrar el camino correcto entre estos conceptos e ideas a menudo contradictorios, viene a través del impulso que procede del Misterio del Gólgota.
Todo esto yace en nuestro programa y tendremos que construirlo durante el tiempo en que todavía podemos asegurarnos de estar juntos.
Es sobre todo importante que podamos establecer una cosa como base; ya me he referido a eso ayer. A menudo relatamos que estamos viviendo, desde el siglo XV, en la quinta época postatlante, y en cierta conexión, dije, con ciertos impulsos de la tercera época postatlante, la Egipcio-Caldea que deben reaparecer en la quinta, así como en la sexta época Postatlante, se iluminarán ciertos impulsos de la segunda, el Zaratustra de la época de la Antigua Persia, y como en la última época Postatlante, la séptima, ciertos impulsos de la época hindú original se iluminarán de nuevo. Esa es una ley en el curso de la evolución humana que apunta de manera significativa a lo esencial que está espiritualmente ante la humanidad hasta la nueva catástrofe que está por venir —como una catástrofe de la naturaleza.
Ya hemos visto en parte la inmensa profundidad de la conciencia humana en la antigüedad que se expresa en el hecho de que estas épocas antiguas evolucionaron con el mito de Osiris. Hemos visto lo que en esta época temprana significaba decir: una vez vivió una percepción entre los hombres a través de la cual el hombre todavía podía experimentar directamente lo espiritual en su entorno natural, en sus imaginaciones atávicas. Esa fue la época en que gobernó Osiris. Pero las nuevas percepciones, las percepciones de Tifón, esas percepciones que han hecho el guión ilustrado de las letras, esas percepciones que desde el lenguaje sagrado primitivo que los hombres solían hablar en común han formado las lenguas que suenan individualmente, estas percepciones de Tifón han matado lo que vivió en la humanidad como el impulso de Osiris. Desde entonces, Osiris es un Ser que está al lado de los hombres solo cuando viven entre la muerte y un nuevo nacimiento.
Hemos seguido la leyenda de Osiris-Isis en sus aspectos esenciales, hemos visto cómo Osiris era considerado como un gobernante primordial de Egipto que trajo a los egipcios la más importante de sus artes, que gobernó en Egipto durante largas épocas, que también viajó desde Egipto a otras tierras, y no por la espada sino por la persuasión, llevo los beneficios de las artes enseñadas en Egipto. Durante su ausencia en sus viajes, al conferir a otras tierras los beneficios con los que había instruido a los egipcios, Tifón, su malvado hermano, introdujo innovaciones en su propia tierra de Egipto. Y luego, cuando Osiris regresó, fue asesinado por Tifón a pesar de la vigilancia de su consorte Isis. Entonces Isis buscó a Osiris en todas partes. Por los niños —así dice la leyenda— se le reveló que el ataúd había sido arrojado al mar; lo descubrió en Biblos, en Fenicia, y lo trajo a Egipto. Tifón cortó el cadáver en catorce piezas. Isis recogió los pedazos; con el uso de especias y por otros medios, pudo volver a darle a cada pieza la apariencia de Osiris. Luego indujo a los sacerdotes a aceptar un tercio de sus tierras y al ser propietarios de un tercio de las tierras, por un lado deberían mantener la tumba de Osiris en secreto, y por otro lado instituir el culto de Osiris es decir, un servicio conmemorativo de la antigua época de Osiris, para mantener en la memoria que una vez hubo una percepción diferente en la Humanidad. Este recuerdo fue a partir de entonces conservado y rodeado de todo tipo de secretos. La época en que Tifón mató a Osiris fue la hora de los días de noviembre en otoño, cuando el sol se pone en el decimoséptimo grado de Escorpión, y en oposición en Tauro, aparece la luna en las Pléyades como luna llena.

Luego se relata que Osiris se retiró una vez más del Inframundo, donde gobierna y juzga a los muertos, al Mundo Superior para instruir a su hijo Horus, que había tenido con Isis. La leyenda dice que Isis se dejó inducir a liberar a Tifón, a quien había mantenido encarcelado. Su hijo Horus, instruido por Osiris, se enfureció tanto ante esto que entró en conflicto con Isis, su madre, y le arrebató la corona. Luego se relata que él mismo, o, en otras versiones, Hermes, colocó unos cuernos de vaca sobre su cabeza en lugar de la corona, y desde entonces ha sido retratada con estos.
Ahora vemos a Isis en los antiguos mitos egipcios allí de pie junto a Osiris. Y para el sentimiento de los antiguos egipcios, no solo era una deidad misteriosa, un misterioso ser espiritual que estaba en relación íntima con el orden del mundo, sino que se podría decir que Isis era el epítome de todos los pensamientos más profundos que los egipcios fueron capaces de formarse sobre las fuerzas arquetípicas que trabajan en la naturaleza y en el hombre. Si el egipcio debía mirar los grandes misterios que lo rodeaban, debía contemplar a Isis que tenía una estatua en el templo de Sais que se hizo famosa. Debajo de esa estatua, como es bien sabido, estaba la inscripción que debería expresar el Ser de Isis: ‘Yo soy el Todo, soy el Pasado, el Presente y el Futuro; ningún mortal ha levantado todavía mi velo».

Especialmente en el último período de la civilización egipcia fue el pensamiento central. Y al contemplar los misterios de Isis, uno recordaba los otros misterios de la antigua era de Osiris. Y en conexión con Isis, con Isis a la vista ante quién temblaba el piadoso egipcio cuando dejaba que las palabras le resonaran: ‘Yo soy el Todo, Yo soy el Pasado, el Presente y el Futuro, ningún mortal ha levantado aún mi velo;’ Cuando estas palabras resonaban en él, el egipcio recordaba al mismo tiempo que Isis estaba unida con Osiris, cuando Osiris aún caminaba por la Tierra. Los laicos lo consideraron legendario. En los misterios, los sacerdotes explicaban que el tiempo antiguo de Osiris era aquel en el que la antigua clarividencia unía al hombre con el espíritu de la naturaleza a su alrededor.
Para comprender la leyenda o mito de Osiris-Isis en el presente, uno debe verlo con la sensación y el sentimiento que vivían en el alma, en el corazón del egipcio. Para empezar, nos hemos hecho con algunas características. Y a través de estos rasgos característicos hay que detenerse ante la mirada de nuestra alma a lo que una vez sonó desde la antigüedad hasta los tiempos más modernos donde ha perdido su significado a través del Misterio del Gólgota, pero que hoy debe volver a significarse sin trabas, precisamente para una mejor comprensión de dicho Misterio. Debemos tener ante nuestra mirada anímica todo el enigma que al principio solo podía adivinarse cuando el egipcio sentía las palabras que describían a Isis: «Yo soy el Todo, soy el Pasado, el Presente y el Futuro; ningún mortal ha levantado todavía mi velo». Porque, mis queridos amigos, vamos a colocar frente a este mito de Osiris-Isis otro mito más. Y en la relación de este otro mito de Osiris-Isis, debo contar con la liberación de prejuicios y la imparcialidad en el más alto grado, para que no se me malinterprete. Este otro mito de Osiris-Isis no nace de la tonta arrogancia, nace en la humildad; también es de tal naturaleza que quizás hoy solo pueda relacionarlo de la manera más imperfecta. Pero trataré de caracterizarlo en pocas palabras.
Está en primer lugar dejar que cada uno —aunque eso solo puede ser provisionalmente— fije el momento en que este mito de Osiris-Isis se relaciona de una manera que hoy solo puedo aproximarme superficialmente, incluso banalmente. Pero, como dije, trataré de relacionar este otro mito de Osiris-Isis haciendo tanto como sea posible caso omiso de muchos prejuicios y apelando a su comprensión imparcial. Este otro mito de Osiris-Isis tiene algo —estoy diciendo ‘algo’— de los siguientes contenidos:
«Fue en la era de la profundidad científica, en medio de la tierra de Philisterium. Sobre una colina en reclusión espiritual se erigió un edificio que se consideraba muy notable en la tierra de Philisterium.
(Me gustaría simplemente decir que el futuro comentarista aquí agrega una observación de que por ‘la tierra de Philisterium’ no solo se entiende el entorno más cercano).
Si uno quisiera usar el lenguaje de Goethe, podría decir que el Edificio representa un ‘secreto a voces’. Pues el edificio no estaba cerrado a nadie, estaba abierto para todos, y de hecho todos podían verlo en horarios convenientes. Pero lejos, la mayoría de la gente no veía nada en absoluto. Lejos, la mayoría de la gente no vio ni lo que se construyó ni lo que esto representaba. Lejos, la mayor cantidad de personas se pararon —usando nuevamente las palabras de Goethe— ante un «secreto abierto», un secreto completamente abierto.
Una estatua fue pensada para ser el punto central del Edificio. Esta estatua presentaba un Grupo de seres: el Representante del Hombre, y luego las figuras Luciféricas y Ahrimánicas. La gente miraba la estatua y no sabía, en la era de la profundidad científica en el Philisterium terrestre que la Estatua, de hecho, era solo el velo de una estatua invisible. Pero la gente no veía la estatua invisible, puesto que era la nueva Isis, la Isis de una nueva era.
Algunas pocas personas de la tierra de la profundidad científica habían oído hablar de esta notable conexión entre lo que era visible y lo que, como imagen de Isis, se ocultaba detrás de lo que estaba abierto y evidente. Y luego, en su profunda forma de hablar alegórico-simbólica, presentaron la afirmación de que esta combinación del Representante de la Humanidad con Lucifer y Ahriman significaba Isis. Con esta palabra ‘significaba’, sin embargo, no solo arruinaron la intención artística de la que se supone que todo debe proceder —pues una creación artística no significa simplemente algo, sino que es algo— pero ellos malentendieron completamente todo lo que lo subyacía. Porque no era en absoluto importante que las figuras significaran algo, sino que ya eran lo que aparentaban ser. Y detrás de las figuras no había una nueva Isis abstracta, sino una Isis nueva y real. Las figuras no significan nada en absoluto, porque en realidad son, en sí mismas, lo que se supone que son. Pero poseen la peculiaridad de que detrás de ellas está el ser real, la nueva Isis.
Sin embargo los pocos que en circunstancias especiales, en momentos especiales, habían visto a esta nueva Isis, descubrieron que estaba dormida. Y entonces uno podía decir: la verdadera estatua que se esconde detrás de la estatua externa es la nueva y dormida Isis, una figura dormida —visible— pero vista por pocos. Muchas personas entregaron momentos especiales a la inscripción, que está claramente allí en el lugar donde se encuentra preparada la estatua, pero que también ha sido leída por pocos. Y sin embargo, la inscripción está claramente allí, tan claramente como la inscripción que una vez estuvo en la forma velada en Sais. De hecho, la inscripción está allí: «Yo soy el hombre, yo soy el pasado, el presente y el futuro». Todo mortal debería levantar mi velo».
Una vez otra figura, como visitante, se acercó a la figura dormida de la nueva Isis, y después una y otra vez. Y la dormida Isis consideraba a este visitante como su benefactor especial y le amaba. Y un día ella creyó en una ilusión particular, tal como el visitante creyó un día en una ilusión particular: la nueva Isis tuvo descendencia y consideraba al visitante a quien consideraba su benefactor, el padre. Se consideraba a sí mismo como el padre, pero no lo era. El visitante espiritual, que no era otro que el nuevo Tifón, creía que podría adquirir un aumento especial de su poder en el mundo si tomaba posesión de esta nueva Isis. Entonces, la nueva Isis tuvo descendencia, pero ella no conocía su naturaleza, no sabía nada del ser de esta nueva descendencia. Y lo movió, lo arrastró lejos a otras tierras, porque creía que debía hacerlo. Siguió a la nueva descendencia, y como la había arrastrado por varias regiones del mundo, cayó en catorce partes a través del poder del mundo.
Así, la nueva Isis llevo su descendencia al mundo y el mundo la desmembró en catorce piezas. Cuando el visitante espiritual, el nuevo Tifón, supo de esto, reunió las catorce piezas y, con todo el conocimiento de la profundidad científica natural, volvió a formar un ser, un todo, de las catorce piezas. Pero en este ser solo había leyes mecánicas, la ley de la máquina. Así, había surgido un ser con apariencia de vida, pero con las leyes de la máquina. Y como este ser había surgido de catorce piezas, podía reproducirse de nuevo, catorce veces. Y Tifón pudo dar un reflejo de su propio ser a cada pieza, de modo que cada uno de los catorce descendientes de la nueva Isis tuviera un semblante que se pareciera al nuevo Tifón.
E Isis tuvo que seguir todo este extraño asunto, medio adivinarlo; medio adivinando ella podía ver todo el cambio milagroso que le había ocurrido a su descendencia. Sabía que ella misma lo había arrastrado, que ella misma había hecho que todo esto pasara. Pero llegó un día en que en su verdadera forma, genuina, pudo recibirlo nuevamente de un grupo de espíritus, que eran espíritus elementales de la naturaleza, pudo encontrarlo de los elementales de la naturaleza.
Cuando recibió su verdadera descendencia, que solo a través de una ilusión había sido estampada en la descendencia de Tifón, le ocurrió una notable visión clarividente: de repente se dio cuenta de que aún conservaba los cuernos de vaca del antiguo Egipto, a pesar de haberse convertido en una nueva Isis.
Y he aquí, cuando ella se volvió clarividente, convocó el poder de su clarividencia, algunos dicen que al mismo Tifón, otros dicen que a Mercurio. Que se vio obligado, a través del poder de la clarividencia de la nueva Isis, a ponerle una corona en el lugar donde una vez la antigua Isis tuvo la corona que Horus le había arrebatado, es decir, en el lugar donde ella estaba desarrollando los cuernos de vaca. Pero esta corona era simplemente de papel —cubierto con todo tipo de escritos de una naturaleza profundamente científica— pero aun así era de papel. Y ahora tenía dos coronas en su cabeza, la de los cuernos de vaca y la corona de papel embellecida con toda la sabiduría de la profundidad científica.
A través de la fuerza de su clarividencia, un día surgió en ella el profundo significado, en la medida de lo posible, de lo que se describe en el Evangelio de San Juan como el Logos. Surgió en ella el significado juanino del Misterio del Gólgota. A través de esta fuerza, del poder de los cuernos de vaca tomó la corona de papel y la transformó en una verdadera corona dorada de genuina sustancia.
Estas son las principales características, mis queridos amigos, que se pueden dar de la nueva leyenda de Osiris-Isis. Por supuesto, no me convertiré en el comentarista que explica esta Leyenda de Osiris-Isis. Es la otra leyenda de Osiris-Isis. Pero una cosa debe establecerse definitivamente ante nuestras almas: aunque el poder de acción que está ligado con la nueva estatua de Isis es al principio solo débil, explorar e intentar, debe ser el punto de partida de algo que está profundamente justificado en los impulsos de la época moderna, profundamente justificados en lo que esta Era debe llegar a ser y debe ser.
En los últimos días hemos hablado de cómo la Palabra se ha retirado, por así decirlo, de la experiencia directa del alma de la que brotó originalmente como de una fuente. Hemos visto cómo vivimos en la era de las abstracciones, donde las palabras y los conceptos de los hombres tienen solo un significado abstracto, donde el hombre se encuentra muy lejos de la realidad. El poder de la Palabra, el poder del Logos, sin embargo, debe ser asido de nuevo. Los cuernos de vaca de la antigua Isis deben tomar una forma bastante diferente.
Es difícil decir tales cosas con las palabras abstractas modernas. Pues tales cosas es mejor si tratan de llevarlas ante su alma en las Imaginaciones que les han sido presentadas, y trabajar sobre estas Imágenes como Imaginaciones. Es muy importante para la nueva Isis, a través del poder de la Palabra que se recuperará a través de la ciencia espiritual, transformar los cuernos de vaca, de modo que incluso la corona de papel que está escrita en el nuevo método científico intensamente profundo, incluso la corona de papel se convertirá en una verdadera corona de oro.
«Así que un día alguien llegó ante la forma provisional de la estatua de la nueva Isis, y arriba, a la izquierda, colocó una figura de porte humorístico, que en su estado de ánimo mundial tenía algo entre la seriedad, una idea seria del mundo y, se podría decir, incluso una risa sobre el mundo. ¡Y he aquí! como antaño alguien se paró frente a esta figura en un momento especialmente favorable y la figura cobró vida y dijo de manera bastante graciosa:
«La humanidad ha olvidado el tema, pero hace siglos se colocó algo ante la nueva humanidad sobre la naturaleza de la nueva humanidad, en la medida en que esta nueva humanidad sigue siendo solo maestra de la palabra abstracta, del concepto abstracto, de la idea abstracta y está muy lejos de la realidad». Esta nueva humanidad guarda bien las palabras y siempre pregunta: ¿es una calabaza o es un frasco?… cuando lo que sucede es que se ha hecho una redoma a partir de una calabaza… siempre se apega a las definiciones, ¡siempre se queda corta ante las palabras!. En los siglos XV, XVI y XVII —así lo dijo el ser que se ríe entre dientes— la humanidad todavía tenía conocimiento de sí misma sobre esta peculiar situación de tomar palabras en un sentido falso, sin relacionarlas con su verdadera realidad, sino tomándolas en su sentido más superficial. Hoy, sin embargo, los hombres mismos ya han olvidado lo que se les presentó en beneficio de su autoconocimiento, en los siglos XV, XVI y XVII.

Y el ser siguió riendo y dijo: «Lo que la humanidad moderna debería tomar como una receta real para su espíritu abstracto está representado en una lápida en Mölln, en el distrito de Lauenburg. Debido a que se encuentra allí una lápida sepulcral y en esta lápida esta dibujado un búho (Eule) que sostiene ante sí un espejo (Spiegel). Y se relata que Till Eulenspiegel, después de haber vagado por el mundo con todo tipo de bufonadas y bromas, fue enterrado allí. Se relata que este Till Eulenspiegel existió, que nació en el año 1300, que se fue a Polonia, incluso llegó a Roma y en Roma incluso tuvo una apuesta con los bufones de la corte por todo tipo de ventajas y desventajas de la sabiduría, y cometió todos los demás Tilleulenspiegelismos, que de hecho pueden leerse en la literatura sobre Till Eulenspiegel mismo.
Los hombres sabios, y los hombres que son eruditos, de hecho son muy sabios hoy y toman todo con extraordinaria gravedad y significado —esto lo han descubierto naturalmente— han descubierto varias cosas: por ejemplo, que no existía Homero, etc., los eruditos naturalmente también descubrieron que nunca hubo un Till Eulenspiegel. Una de las razones principales por las que los huesos del verdadero Till Eulenspiegel, que era solo el representante de su época, no se supone que yacen debajo de la lápida sepulcral en Lauenburg, en la cual se representa al búho con el espejo, fue porque e había encontrado otra lápida en Bélgica sobre la que también había un búho con un espejo. Ahora los sabios naturalmente dijeron, porque eso es lógico, y lógicos son todos, como sucede con Shakespeare, porque todos son hombres honorables, ¡todos, todos, todos! —¡son lógicos todos! Han dicho: si el mismo signo se encuentra en Lauenburg y Bélgica, entonces, naturalmente, no existía ningún Eulenspiegel.
Generalmente en la vida, si uno encuentra por segunda vez lo que ha encontrado por primera vez, se lo toma como un refuerzo, —pero si es lógico, o no lo es, toman estas cosas como tales. Bueno, decimos que si tengo un franco, entonces tengo un franco. Y yo lo creo. ¡Siempre y cuando sepa que tengo un franco, lo creo!. Pero luego obtengo otro y ahora tengo dos. ¡Pero ahora creo que no tengo ninguno! esa es la misma lógica. De hecho, esta es la lógica que se encuentra en nuestra ciencia. ¡Si tuviera que contarles cómo en todas partes se la encuentra con frecuencia! Pero, ¿cuál es el punto esencial de la bufonada de Eulenspiegel? Léanlo en el libro: lo esencial de la bufonada de Till Eulenspiegel siempre consiste en el hecho de que Eulenspiegel recibe una especie de encargo, y se lo toma de forma puramente literal y naturalmente lo lleva a cabo de forma incorrecta. Por supuesto, si, por ejemplo, —por exagerar un poco— uno le dijera a Eulenspiegel (a quien ahora tomo como una figura representativa) ‘Tráeme a un doctor’, tomaría la palabra literalmente y traería a un hombre que se hubiese graduado como doctor en la universidad. Pero tal vez traería a un hombre que es —perdonen el lenguaje fuerte— un perfecto idiota, pues solo se ha guiado por el sonido de la palabra. Todas las maravillas de Till Eulenspiegel son así, él solo sigue la fraseología. Pero esto hace que Till Eulenspiegel sea precisamente el representante de la época actual. El Eulenspiegelismo es una nota clave en nuestros tiempos modernos. Las palabras de hoy están muy alejadas de su fuente original, las ideas a menudo se alejan aún más, y las personas no se dan cuenta, sino que se comportan de una manera Eulenspiegelista hacia lo que puede servir a la civilización. Por lo tanto, fue posible para Fritz Mauthner en un diccionario filosófico tomar todos los conceptos filosóficos que pudo encontrar y convencer a uno de que todos estos conceptos filosóficos son en realidad meras palabras, que ya no tienen una conexión con ningún tipo de realidad. La gente no tiene idea de cuán lejos están de la realidad en lo que hoy llaman ideas, e incluso «ideales». En otras palabras: la humanidad no sabe en absoluto cómo ha convertido a Eulenspiegel en su santo patrón, cómo Eulenspiegel aún vagabundea por las diferentes tierras.
Uno de los males fundamentales de nuestro tiempo, se basa en el hecho de que la humanidad moderna huye de Palas Atenea, es decir, de la Diosa de la Sabiduría, y se aferra al símbolo, al búho (Eule). Y la humanidad ya no tiene la menor idea de ello, pero es verdad, como he demostrado a menudo, que el fundamento del conocimiento externo es solo un reflejo, pero, mis queridos amigos, ¡en un espejo uno ve quien es! Y entonces el búho… me refiero a la profundidad científica moderna, ve en el cristal, en la ilusión del mundo de maya simplemente su propio rostro.
Sobre asuntos como estos, el ser de la izquierda sobre la moderna estatua de Isis se ríe entre dientes y con disimulo sobre muchos otros asuntos que, por una cierta cortesía hacia la humanidad, no se mencionarán en este momento.
Pero, se debe despertar el sentimiento de que con la peculiaridad de esta presentación de los misterios humanos a través de la existencia real de lo Luciférico y Ahrimánico, en conexión con el Representante de la Humanidad misma, se debe levantar un estado de conciencia en la humanidad que despierte los impulsos en el alma que son necesarios para la época venidera.
‘En el Principio estaba la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un Dios’. Pero la palabra se ha convertido en frase, se ha retirado de su Principio. La palabra suena y resuena, pero no se busca su conexión con la realidad; no hay esfuerzo entre los hombres por investigar las fuerzas primarias de lo que sucede a su alrededor. Y uno solo puede investigar estas fuerzas fundamentales, en el sentido de la época presente, si se da cuenta de que la esencialidad que llamamos Luciférica y Ahrimánica está realmente ligada a las fuerzas microcósmicas del hombre. Y uno solo puede comprender la realidad actual del hombre que vive entre el nacimiento y la muerte, si puede formarse algunas ideas de la otra realidad, que de hecho hemos estudiado a menudo, que se encuentra en el hombre entre la muerte y un nuevo nacimiento. Porque una realidad es solo el polo de la otra realidad, el polo invertido de la otra realidad.
Hemos hablado de cómo en la antigüedad, cuando los seres humanos llegaban a la madurez, no solo experimentaban un cambio como el que todavía ocurre hoy con el cambio de voz o en alguna otra parte del organismo corporal, sino que también sufrieron una alteración en el alma. Hemos indicado cómo el antiguo mito de Osiris-Isis estaba de hecho conectado con la desaparición de esa alteración del alma. Lo que surgió luego en la humanidad a través de esas esencias y fuerzas de las que hablamos ayer, debe volver a ser diferente, en la medida en que los hombres experimentaban la fuerza de la palabra, la fuerza del pensamiento, la fuerza de la idea, en una nueva forma. Ahora no debe ser como si algo surgiera a través de las fuerzas de la naturaleza desde lo más profundo de la organización corporal —como en el cambio de voz en el niño— algo que embellece al hombre con el poder de la organización animal y funciones invisibles sobre su cabeza como cuernos de vaca. No, debe haber una comprensión consciente por parte del hombre de lo que significa el Misterio del Gólgota, por el verdadero poder de la Palabra. Un nuevo elemento debe atraer a la conciencia humana. Este nuevo elemento es radicalmente diferente de los elementos que las personas todavía disfrutan describiendo hoy. Este nuevo elemento, sin embargo, tiene su significado para la vida social, para la pedagogía de la humanidad, cuando la pedagogía, o la teoría de la educación, surjan del trágico estado en el que existe hoy.
¿Qué significa la profundidad del Eulenspiegelismo? —debo decir ‘profundidad científica natural’— principalmente cuando habla del hombre? ¿De qué habla incluso una gran parte de la ficción moderna? Habla del origen físico del hombre en relación con los seres físicos de la línea de descendencia. Fundamentalmente, la llamada teoría moderna de la evolución, muy conocida, no es más que una concepción que coloca la doctrina de la descendencia física en el centro. Porque la idea de la herencia juega el papel más importante en la teoría de la evolución. Es unilateral. Los hombres están completamente satisfechos con esa unilateralidad, ya que la gente piensa hoy en día que de esta manera se puede aprender mucho. Así que uno puede, con explicaciones bastante arbitrarias de las cosas, extraerlas aparentemente de la lógica profunda, pero en realidad son de una vaga nebulosidad.
Ayer vimos un ejemplo de cómo se escribe la totalidad de la literatura porque los hombres han perdido la conexión del concepto con la experiencia original del que procedió: el símbolo de la cruz. Toda una literatura ha sido escrita al respecto, la cruz se ha relacionado con todo lo imaginable. Y ayer vimos a lo que debe estar relacionado. Lo mismo se ha hecho con respecto a muchas otras cosas y las personas se creen muy profundas cuando lo hacen.
Les recordaré un caso, mis queridos amigos. ¡Solo piensen cuán infinitamente importantes se creen muchos hombres hoy en día cuando creen que están hablando como estamos hablando aquí hoy!. Hay un buen número de personas que dicen, de hecho, muy a menudo usan las palabras. Oh, uno puede leerlo en cualquier momento en los periódicos (con respecto a lo que se dice), «la letra mata, pero el Espíritu vivifica». Y con esto, se piensa que se ha dicho algo de lo más profundo. Pero uno debe preguntar sobre el origen de tal dicho. Se remonta a aquellos tiempos en que uno tenía conceptos vivos que de hecho aún tenían una conexión con lo que se había padecido y experimentado. Cuando uno habla hoy, hay poca conexión, especialmente entre la palabra y su lugar de origen. Si desean tener una conexión correcta entre las palabras, los refranes y sus orígenes, entonces les aconsejo que lean el librito en el que se han recopilado los «Proverbios suizos-alemanes». Pues todavía encuentra uno en estos proverbios populares una armonización original de lo que se dice por la experiencia directa. La letra … pues esto significa, como saben, el guión de las letras en contra del antiguo tipo que la vida Imaginativa sacó del espíritu, como describimos ayer. Este antiguo espíritu daba vida, y la vivencia en esa época de la evolución humana resultó den la clarividencia atávica Imaginativa. Pero había una conciencia de que esta época debía ser sucedida por otra, que debía llegar a la letra que mata la antigua vida.
Y ahora pónganlo en conexión con todo lo que he dicho acerca de la naturaleza actual de la conciencia en relación con la muerte. Porque la letra mata, pero también trae el conocimiento que debe alcanzarse nuevamente a través de otra consciencia. El tipo de rechazo desdeñoso que la locura periodística moderna atribuye al proverbio «la letra mata pero el espíritu da vida» no es lo que se quiere decir, sino que está conectado con los impulsos de la evolución del hombre. Implica aproximadamente: En los tiempos antiguos, tiempos imaginativos, tiempos de Osiris, el espíritu mantenía al alma humana en un estado de vida embotado, en tiempos posteriores la letra provoco consciencia. Esta es la interpretación del proverbio, esto es lo que originalmente significaba. Y en muchos casos, al igual que en este, los hombres de hoy están muy dispuestos con opiniones, con explicaciones arbitrarias, porque no conectan nada con él.
Esto no prueba que sea falso lo que el método científico moderno dice acerca de la idea de herencia, sino que cuando se habla de herencia debe agregarse el otro polo. Si el hombre señala su infancia y vuelve de la infancia al nacimiento y se pregunta a sí mismo «¿Qué llevo dentro de mí?», Entonces la respuesta es: ¡lo que mis padres y antepasados han llevado dentro de ellos y me han transmitido! Sin embargo, hay otra forma de ver al ser humano y que el hombre actual todavía no practica, pero que el hombre del futuro debe practicar y que debe ponerse en el centro de la pedagogía, del arte de la educación. No es la mirada retrospectiva de haber sido más joven, sino la correcta consideración del hecho de que con cada día que pasa uno envejece. Como cuestión de hecho, la humanidad moderna solo entiende que una vez fue joven. Realmente no sabe cómo comprender de manera realista que uno envejece todos los días. Porque no conocen la palabra que debe agregarse a la palabra herencia cuando uno establece el hecho de ser viejo opuesto al haber sido joven. Si uno mira a la infancia, habla de lo que uno ha heredado; de la misma manera, cuando uno mira hacia el envejecimiento puede hablar del otro polo; al partir de la Puerta del Nacimiento, por lo que uno puede hablar de la Puerta de la Muerte. Surge una pregunta: ¿Qué hemos ganado a través de nuestros antepasados al ingresar a esta vida a través de la Puerta del Nacimiento? Surge la otra pregunta: ¿qué tal si perdemos, qué se vuelve diferente en nosotros por el hecho de que nos vamos acercando a los tiempos venideros, envejeciendo todos los días? ¿Cómo es cuando experimentamos conscientemente el volverse más viejo cada día?
Eso, sin embargo, es una demanda en nuestro tiempo. La humanidad debe aprender a envejecer conscientemente todos los días. Porque si el hombre aprende conscientemente a envejecer cada día, entonces esto realmente significa un encuentro con seres espirituales, así como significa un descenso de los seres físicos, cuando uno nace y posee cualidades heredadas.
Hablaré a continuación de cómo están conectadas estas cosas: de ese importante impulso interior que debe acercarse al alma humana, si el alma ha de encontrar lo que es tan necesario para el futuro, lo único que puede redondear y completar las enseñanzas unilaterales de las Ciencias Naturales.
Entonces verán por qué el nuevo mito de Isis puede estar al lado del antiguo mito de Osiris-Isis, por qué ambos son necesarios para los hombres de hoy; por qué deben combinarse otras palabras con las palabras que resuenan en la antigua estatua de Isis en Sais en el antiguo Egipto: ‘Yo soy el Todo; Yo soy el pasado, el presente, el futuro; ningún mortal ha levantado mi velo’… Otras palabras deben sonar en esto; es posible que ya no hagan eco unilateralmente en el alma humana hoy, pero además deben resonar las palabras: «Yo soy el hombre, yo soy el pasado, el presente y el futuro». Todo mortal debería levantar mi velo».
Hoy les he presentado más enigmas que soluciones. Sin embargo, hablaremos de ellos aún más y los enigmas se resolverán de múltiples maneras.
Traducido por Gracia Muñoz en marzo de 2018.
[…] El 6 de enero de 1918, Rudolf Steiner pronuncio una conferencia en la que reveló al mundo un Misterio hasta ahora oculto. Un Misterio cuya revelación, en épocas anteriores, hubiera costado la vida al postulante no iniciado. Este es el mito de la Nueva Isis en el que la estatua del Representante de la Humanidad tiene un significado central, porque plantea particularmente un enigma. Rudolf Steiner nos dice que ‘detrás’ de esta estatua está viviendo otra estatua de Isis. Nos aclara que no debemos pensar que lo está diciendo simbólicamente, sino que es realmente cierto. En estas dos conferencias, espero, demos algunos pasos para resolver este enigma a través de la comprensión del mito de la Nueva Isis. […]
[…] GA180c3. Los antiguos mitos: su significado y su conexión con la evolución […]