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Queridos amigos,

Para los seres elementales somos lo que los ángeles son para nosotros. Nuestras fuerzas más bajas son sus fuerzas más altas, así como nuestras fuerzas más altas son las fuerzas más bajas de nuestro Ángel.

‘Pero estos impulsos inferiores son fuerzas que representan impulsos inferiores sólo en nosotros, como seres humanos. Estos mismos impulsos son, en estos seres espirituales, fuerzas superiores. Pues estos seres están trabajando todo el tiempo en nosotros. Siempre están ahí dentro de nuestra naturaleza. Nuestro progreso en la Ciencia Espiritual depende esencialmente de que los reconozcamos, de que sepamos que están ahí. Esto nos permite decir: tenemos nuestras fuerzas superiores y tenemos nuestras fuerzas inferiores, y, además, esas fuerzas que en nosotros son fuerzas inferiores, en estos seres espirituales son fuerzas superiores. — Esto expande la dualidad de nuestras fuerzas superiores e inferiores en una tríada. Ya estamos en el límite del Umbral del mundo espiritual cuando, en lugar de la dualidad de nuestras fuerzas superiores e inferiores, reconocemos la tríada.’

Rudolf Steiner.

Tan pronto como llegamos al umbral del mundo elemental nos encontramos con seres de destrucción (Ahrimánicos) y seres creativos (luciféricos).

Aquellos que practican una forma arcaica de ocultismo objetivo, como aquellos que siguen el antiguo camino pagano, entran a este mundo inconscientemente y no ven cómo atraen hacia ellos seres destructivos. Cuando regresan tienen deseos de destrucción, se convierten en destructores. Es por esta razón que quienes siguen este camino a menudo están rodeados de seres destructivos y por eso se centran en los demonios: Ahrimán.

Este camino también está relacionado con todos los deseos destructivos de guerra y se descubre que aquellos que son ocultistas objetivos se convierten en implementadores de soluciones a través de la guerra, el genocidio y la destrucción completa de ciudades, culturas y sociedades.

Aquellos de inclinación mística que practican el ocultismo subjetivo tal como se encuentra en los ritos místicos religiosos y atávicos, cuando entren inconscientemente al mundo elemental, atraerán seres creativos, pero a su regreso estos los convertirán en terribles egoístas, son aquellos que profesan ver sólo seres angelicales que son luciféricos; a través de estos seres angelicales se vuelven tremendamente delirantes y megalómanos. Aquí vemos a los inventores de máquinas y tecnología de guerra, y también a aquellos que gobiernan naciones como si fueran semidioses y piden la ayuda de sus «generales» de destrucción.

El viejo mago pagano que hoy utiliza su antigua clarividencia se convierte en mago negro.

El viejo Pastor que hoy utiliza su antigua clarividencia se convierte en vasallo de Lucifer, quien lo convierte en un charlatán, un médium o un déspota que puede usar sus conocimientos para controlar a las personas.

En las antiguas salas de sesiones, el Mago Negro controlaba al Médium y lo dirigía hacia lo que éste impartiría para destruir las almas de los presentes, haciéndoles creer que el espíritu es sólo una forma más fina de materia. Esto introdujo un elemento destructivo en sus almas.

En nuestro mundo actual, el Mago Negro controla a los jefes de estado megalomaníacos y, a través de ellos, la destrucción de la muerte que el mago Negro desea y anhela, le da poder, se afecta en el mundo para provocar su eventual destrucción del mundo.

Vivimos hoy en esta dualidad entre pensamiento y voluntad.

Lo que debería unir el pensamiento y la voluntad es el yo humano consciente. El yo humano es lo que nos permite ser conscientes y tener el control de los seres elementales. El yo es quien une a los Magos y a los Pastores para que la luz del pensamiento y la calidez del corazón puedan volverse uno en el ser humano y ser querido para el mundo.

El yo es Cristo y Cristo vive en nuestros sentimientos.

‘Se acerca un momento en que Ahriman intentará apoderarse de la inteligencia y Lucifer de la voluntad de los hombres. Esto sólo puede frustrarse si se reconocen estas cosas; y el reconocimiento sólo puede lograrse mediante un movimiento científico-espiritual.’

R. Steiner.

A través de Magos y Pastores unidos, la Voluntad Crística bendice no sólo nuestras almas sino el alma del mundo para que la muerte se convierta en vida, la destrucción conduzca a la creación de una manera que sea armoniosa con la evolución del mundo de eternidad en eternidad.

Con amor y profundo respeto de vida en vida, de eternidad en eternidad.

¡Namasté!

AdriXXX

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