Catarsis mundial y voluntad de poder
El 20 de enero, el Sol tendrá una conjunción con Plutón cuando éste acaba de entrar en la constelación de Capricornio. Esto marca una transición significativa para nuestros tiempos a partir de este mes de enero, que es que Plutón haga una transición de forma plena, saliendo de las estrellas de Sagitario, hacia las estrellas fijas de Capricornio, es decir, las estrellas reales de la constelación, no los «signos» tradicionales utilizados en astrología. Dado que Plutón tarda 248 años en realizar una revolución, no se puede hablar de un día, ni siquiera de una semana, para esta transición. Esta comenzó en marzo de 2023 hasta enero de 2024, antes de entrar de lleno en Capricornio desde Sagitario, donde estaba desde 2007. Continuará en Capricornio hasta 2042. Este tiempo de Plutón en Capricornio es un evento generacional, casi coincidente con el tema de 20 años del gran evento que anunciaba la Gran Conjunción de 2020, que también continuará durante 20 años hasta 2040.
¿Por qué es Plutón tan importante para nuestro tiempo y qué representa esta transición a una nueva constelación? Con la entrada de Plutón en Capricornio, entrará en el lugar donde se produjo la Gran Conjunción de Saturno y Júpiter en el solsticio de invierno de 2020, que fue una llamada generacional y un desafío a la humanidad para los próximos veinte años, desde las regiones más elevadas de las inteligencias planetarias. En esta ubicación de «memoria», Plutón se encuentra con el Sol el 20 de enero, seguido por Mercurio, Marte y finalmente Venus el 17 de febrero (Sol 1/20; Mercurio 2/5; Marte 2/14; Venus 2/17). Para el 16 de febrero los cinco planetas estarán en las estrellas de Capricornio enfatizando la conciencia planetaria alrededor de este desafío. Plutón estuvo integralmente involucrado en todos los eventos de 2020. Durante 2020 Saturno y luego Júpiter, se encontraron tres veces con Plutón, todo como preparación para la Gran Conjunción, inaugurando eventos de cambio mundial.
Plutón estaba entonces en oposición a la constelación en la que se encontraba en el momento de su descubrimiento en 1930. En ese momento estaba en conjunción con Júpiter y opuesto a Saturno, que a su vez estaban en oposición. Esta oposición fue un ancestro de la Gran Conjunción de 2020. Por lo tanto, es importante abordar el tema de Plutón en nuestros tiempos en relación con esta Gran Conjunción y los acontecimientos mundiales.
A partir de una nueva astrosofía, desarrollada por Willi Sucher y basada en la ciencia iniciática de Rudolf Steiner, podemos intentar abordar estos acontecimientos cósmicos. En el centro de la astrosofía está la perspectiva de que los tiempos en los que la humanidad era guiada o determinada por las estrellas ha pasado. En nuestra era de libertad e individualidad, nos estamos desarrollando hacia un futuro en el que nos convertiremos en colaboradores de las inteligencias cósmicas de las estrellas. Esto significa que somos libres de elegir cómo responder a las preguntas y oportunidades planteadas por estas esferas planetarias superiores de conciencia.
Plutón entró en la conciencia de la humanidad en 1930, lo que significa que emergió como una fuerza con la que hay que tratar conscientemente. Los acontecimientos mundiales de aquella época, así como las mitologías en torno a Plutón, pueden ayudarnos a comprender su naturaleza. Además, aunque Rudolf Steiner no tenía indicaciones directas sobre Plutón, ya que fue descubierto después de su muerte, hay indicaciones en su obra investigadas por Willi Sucher que son significativas. Plutón, como el Rey de Hades, el gobernante del inframundo, es una imaginación de esta esfera planetaria. Está conectado con el reino inconsciente más profundo de la voluntad y de las fuerzas del interior más profundo de la Tierra que pueden trabajar con gran destrucción. Las indicaciones de Rudolf Steiner señalan a Plutón como asociado con la «tercera fuerza» altamente destructiva, por debajo del magnetismo y la electricidad.
Los acontecimientos que rodearon su descubrimiento arrojan luz sobre su naturaleza. En 1932 se inventó el primer ciclotrón, o «desintegrador de átomos», y en 1934 se desarrolló por primera vez la radiactividad inducida. El ascenso del nazismo en Alemania, con la llegada de Hitler a la cancillería en 1933, y el Gran Terror de Stalin en 1934 están especialmente relacionados con Plutón. En la filosofía se impuso el existencialismo, que afirma que los seres humanos no tienen esencia porque Dios no existe, por lo que debemos encontrar un propósito y un sentido a partir de la nada. Sin embargo, Rudolf Steiner habló de la aparición de una nueva experiencia espiritual significativa para la humanidad a principios de 1930: la nueva experiencia crística en el reino etérico. Quizás podamos ver en todo esto la conexión de Plutón con las fuerzas más destructivas de la aniquilación, del vacío, y con las fuerzas oscuras del poder, así como con las potencialidades espirituales más elevadas para la humanidad. A medida que progresa la evolución, los seres humanos pueden llegar a ser capaces, si se desarrollan conscientemente, de una gran transformación, incluso la transformación del Hades, los reinos más profundos de la voluntad, hasta el cuerpo físico. Plutón también conlleva los retos asociados con el centro, el yo humano y su tarea como poder transformador. Alternativamente, los humanos pueden convertirse en portadores de destrucción total y aniquilación del mundo físico a través de la oscura voluntad de poder, incluso hasta la nada, terminando así con la evolución espiritual humana. Plutón está relacionado con estos extremos.
Plutón entra ahora en Capricornio, lo que tiene muchos niveles de significado y puede estudiarse basándose en las mitologías asociadas a esta constelación, así como a través de la investigación de Willi Sucher basada en las ideas de Rudolf Steiner. Para nuestros propósitos, hay una imagen clara que puede iluminar Capricornio. Los antiguos la consideraban la «puerta de los dioses», el portal de iniciación a los mundos espirituales. Capricornio es la constelación a través de la cual Hércules ascendió al reino de los dioses tras su duodécimo y último Trabajo, venciendo a Cerbero, el horrible guardián del umbral del Hades, el inframundo. A partir de las percepciones de la ciencia espiritual, Capricornio también está asociado con grandes batallas espirituales que traen consigo una etapa transitoria de desarrollo para la humanidad, tanto en el pasado distante de la evolución, específicamente durante lo que se llama en la ciencia espiritual, la evolución de la Antigua Luna (ver Isis Sophia II de Willi Sucher), así como en el futuro distante, cuando el punto vernal entre en Capricornio en la etapa que sigue a la Era de Acuario. Este será un tiempo de tremendo tumulto y catarsis a gran escala en la evolución humana, llamado la Guerra de Todos contra Todos, marcando el final de una larga etapa evolutiva. Las estrellas de Capricornio están asociadas con estos tiempos pasados y futuros.
Los acontecimientos planetarios de 2020 y la Gran Conjunción iniciaron una pregunta cósmica de anunciación a la humanidad. Cuando Saturno y Júpiter se encontraron con Plutón progresando a través de Sagitario, preguntaron: ¿Qué es el ser humano? ¿Un animal, una máquina biotecnológica o un ser espiritual? Esto llevó a la humanidad a una pregunta umbral sobre nuestra verdadera naturaleza, cuya respuesta determinará nuestro futuro. Este desafío de Sagitario que estos planetas exteriores nos estaban planteando, era el desafío de las polaridades y la tarea del papel del centro para evitar que las polaridades superen a la humanidad. Esta es la cuestión del «yo soy» y la verdadera naturaleza del ser humano. Las fuerzas adversarias de Lucifer y Ahriman separarían a la humanidad en estas polaridades a menos que podamos llegar a la verdadera conciencia del poder del centro, el medio, el verdadero YO SOY en nosotros. Sin llegar a un verdadero conocimiento espiritual de nuestra humanidad, las polaridades prevalecerán. Este fue el tema que condujo a la Gran Conjunción justo en las estrellas de Capricornio y ahora Plutón también entra en Capricornio. La Gran Conjunción anunció un tiempo de catarsis que puede conducir, como con Hércules, a la iniciación en un despertar espiritual. Plutón ahora en el lugar de memoria de esta conjunción en Capricornio, sugiere el encuentro de la humanidad con nuestro propio Cerbero, nuestro propio guardián de las puertas del infierno, que es la acumulación de nuestro propio pasado kármico en el materialismo. La catarsis es un proceso de purificación doloroso que, sin embargo, puede conducir a un nuevo despertar. En nuestros tiempos, este proceso no está guiado por sabios iniciados como en el pasado, sino que es un proceso autoguiado en el que podemos fracasar. Esto ha comenzado en nuestro mundo. Durante los próximos años nos enfrentaremos a tremendos desafíos en torno a la purificación, la catarsis y el trabajo de las fuerzas asúricas para destruir el centro, el Yo soy, en nosotros. Estamos llamados a esforzarnos hacia las potencialidades de transformación y renovación en cómo nos enfrentamos a estas profundas fuerzas destructivas en nuestro mundo y en nosotros mismos.
Jonathan Hilton — 18 de enero de 2024
Traducido por Carmen Ibáñez Berbel
