¿A dónde va el siglo XX?

18 de julio de 1966

Por Willi Sucher

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Hoy volveremos a las raíces del siglo XX: el comienzo de la Época en la que vivimos. He hablado de la precesión de los puntos equinocciales tanto de primavera como de otoño, cuando el Sol parece estar, respectivamente, en Piscis y Virgo. En la época de Cristo, el punto primaveral pasó del Aries a Piscis, pero la humanidad continuó bajo el impacto de Aries durante mucho tiempo, ya que la Tierra y sus habitantes siguen la ley de la inercia. No fue hasta 1413 que el impulso de Piscis pareció afianzarse, y desde entonces la humanidad ha estado trabajando desde el punto de vista heliocéntrico. Realmente debería funcionar tanto con el punto de vista geocéntrico como con el heliocéntrico. El geocéntrico —los fenómenos como aparecen desde la Tierra— proporciona coordinación desde los cielos de estrellas fijas, a través de los planetas hasta la Tierra. Por ejemplo, como Venus se une a esta, entonces se asocia con una relación entre las estrellas fijas y la Tierra.

Pero Venus tiene vida propia, que es una relación con el Sol (o corazón) de nuestro sistema solar. Desde un punto de vista copernicano (heliocéntrico), Venus puede parecer coordinado con el Sol de una manera diferente. El heliocéntrico da acceso a la vida del sistema solar, mientras que el geocéntrico da una relación con la Tierra. La integración al sistema solar se produce a través del heliocéntrico. Incluso se puede concebir el sistema solar con una forma lemniscatoria, pero esto no nos concierne aquí.

Estudiemos los aspectos en la época de 1413, según el heliocéntrico. En ese momento, Saturno estaba en Tauro y Venus en Escorpión (debajo del plano de la eclíptica), donde también estaba su nodo descendente. Este es el comienzo de la Era de Piscis en la Tierra; pero antes, astronómicamente, ya había comenzado en los cielos.

Aproximadamente 2000 años antes de 1413, el punto primaveral estaba en Aries. Esto fue durante la época grecorromana, que comenzó en el 747 a.C. Si nos remontamos aún más atrás, llegamos a la época egipcio-caldea, cuando el punto vernal estaba en Tauro. La Era de Piscis/Peces es un reflejo, en cierto sentido, de esta última. Todas estas son cosas que deben ser estudiadas, digeridas y consideradas, porque todo lo que abarca la Época Egipcio-Caldea de Tauro se refleja en nuestra quinta Era de Piscis. Las civilizaciones griega y romana son la cuarta Era, y por tanto el centro, de las siete civilizaciones o Épocas. Tres precedieron y tres seguirán, de modo que la quinta Era refleja la tercera, la sexta la segunda, etc. Estamos ahora en la quinta Época desde 1413. Tenemos, por lo tanto, esta conexión íntima con la civilización egipcia, y es nuestra tarea es redimir ciertos impulsos de aquella época.

En «La guía espiritual de la humanidad», Rudolf Steiner enfatiza la importancia de que seamos conscientes de que en la civilización actual están trabajando seres angélicos que también trabajaron en la era egipcia, aunque a través de las fuerzas de Tauro y de las fuerzas opuestas de Escorpión. Estos mismos seres angelicales pasaron por su propia evolución y experiencias egipcias. Algunos lo lograron y otros no progresaron a través de las cuartas civilizaciones de Grecia y Roma, ni hasta esta quinta Era.

¿Qué significa que los seres angelicales «queden atrás»? En la época de la ciencia clásica, Kepler comentó que había «robado los vasos sagrados de los santuarios egipcios para trabajar con ellos». Saturno en Tauro expresa esto, especialmente con Venus en el lado opuesto. Tales configuraciones son un aspecto fundamental que atraviesa nuestra civilización como un desafío. ¿Redimiremos, evolucionaremos y espiritualizaremos aquello que se cierne sobre nosotros? Incluso su embalsamamiento como medio para preservar el cuerpo físico, que obtuvieron mediante conocimientos matemáticos, entró en nuestra ciencia médica moderna.

Venus en Escorpión señalaba el equinoccio de otoño durante la era egipcia. Se corresponde aproximadamente con nuestra Navidad y señala una posición en la humanidad mediante la cual debemos desarrollar una nueva postura contra las fuerzas de la naturaleza. La naturaleza se duerme en San Miguel y progresivamente hasta el invierno, dejándonos a nuestra soledad. Es esencial que celebremos la Festividad Micaélica libres de todas las impresiones de la naturaleza, para que podamos evolucionar nuestra propia conciencia.

Debemos adquirir una comprensión plena de la muerte y el mal. Escorpión se relaciona con la muerte y debe ser redimida por Cristo. La era moderna necesita la Festividad de San Miguel como recordatorio para lograr una comprensión más profunda de la muerte y el mal, que han actuado a través de ella, incluso en su economía.

Rudolf Steiner señaló que un tren en una vía destruye gradualmente la vía, pero sólo como efecto secundario, no es su tarea. De manera similar, este desarrollo de la conciencia (la perspectiva otoñal se acerca al Adviento) produce, como efecto secundario, tanto la muerte como el mal. Sólo una nueva comprensión puede resolver esto.

Veamos ahora cómo se relaciona nuestro siglo XX con esta posición fundamental, que está escrita en los cielos como un desafío para este siglo. Este es el aspecto original de 1413, enfatizado cuando Plutón y Urano ocuparon estas posiciones en 1900. ¿Qué nos dice? Dice que en el transcurso del siglo XX la humanidad deberá hacer un gran esfuerzo para recuperar lo que quedó impreso allá por 1413. Es también una advertencia. Urano en Escorpión nos desafía, pero Plutón en oposición (Tauro) representa una tensión. En efecto, «si no prestamos atención a la advertencia, debemos soportar las consecuencias». Plutón siempre representa espiritualización o destrucción.

En 1900 Rudolf Steiner empezó a hablar por primera vez de Antroposofía. Esto nos permite ver su posición en la historia. Es más que un movimiento esotérico interesante y no muy urgente. Nos advirtió repetidamente sobre nuestras obligaciones y vino a hacerlo en un momento de emergencia cósmica. Urano, asociado con los seres espirituales de su esfera, se hace eco de esto. Fue en el nodo descendente de Venus, cuando Rudolf Steiner habló esotéricamente sobre ese estado de ánimo de Adviento. Más tarde, en 1925, Urano llegó a Piscis, que todavía se encontraba en situación invernal, y fue hacia ese momento cuando Rudolf Steiner habló de una emergencia inminente.

Conocemos el resultado: el intento de Rudolf Steiner de reorganizar la vida social de la humanidad, es decir, la Triformación Social, fue rechazado. Esta es una situación fundamental para esta época, pero la humanidad volvió a organizar la vida social según las tradiciones desgastadas de Roma e incluso de Egipto.

En 1945 Urano llegó a Tauro, frente a su posición de 1900 y hacia donde había estado Plutón. Esto es lo que concierne al siglo XX. Debe sobrevenir destrucción tras destrucción a menos que despertemos. Estamos construyendo la casa de la humanidad enteramente a partir del intelecto (por ejemplo, la fisión atómica), y esta casa se destruirá a sí misma.

A medida que avanzamos en esta Era, encontramos este eje, o alineación, acompañado de planetas que están en ángulo recto con él, creando una cuadratura o aspecto de Marte de 90°. Entonces suceden cosas y siempre vuelve la pregunta: «¿Se ha aprovechado el impulso?» ¿Se ha producido todavía algo que conduzca a la humanidad hacia la Era de Acuario?

Sin embargo, a finales del siglo XX asistimos a diferentes aspectos que pueden abrir nuevas puertas al próximo siglo. Aquí notarán que Plutón estará en Escorpión y se activará el eje original. Este siglo debe intentar abrirse paso hacia un nuevo Tauro. Miren su símbolo (Fig.5c), la cabeza y los cuernos del Toro. En sí mismo, es aparentemente superficial, pero, en cambio, considérenlo como un mundo inferior en el que un gran mundo cósmico trabaja desde arriba —el Logos, que se entreteje y organiza el mundo inferior. El gran dios egipcio, Ptah, está relacionado con esto. Se decía que había creado el universo. ¿Cómo intentamos su transformación? Lo que necesitamos es comprender el Logos, así como la naturaleza de la materia física y del átomo. La física no se puede reprimir —es una necesidad. Pero lean las biografías de los grandes físicos, como Oppenheimer, y encontrarán que al principio estaban muy entusiasmados con el descubrimiento de los secretos de la materia física. Sin embargo, aunque penetraron esos secretos, les quitaron todo de las manos y lo utilizaron para crear estragos.

Miremos nuevamente este símbolo de Tauro. Cuando tratamos de comprender la esencia espiritual de la materia, esto redime las fuerzas de Tauro. En 1945 Plutón representaba nuestra falta de comprensión, porque Tauro debería representar el mundo de la materia penetrado por la energía espiritual. En la Ciencia Oculta, escuchamos que la materia vino del Antiguo Saturno, evolucionó a través del Antiguo Sol y después de la Antigua Luna antes de llegar a la situación de la Tierra. Fue creada a partir de la Voluntad de los Tronos. Estos Espíritus de Voluntad sacrificaron su Voluntad, la cual fue transformada en calidez y densificada en materia. Toda la materia física es el resultado de este sacrificio de la Voluntad de los Tronos, que está aprisionada en la Tierra. En física atómica liberamos esta Voluntad.

Podemos estar seguros de que estas perspectivas del siglo XX continuarán, así como la pregunta: «¿Cómo reorientarlas hacia caminos más saludables? » Por tanto, vayamos un paso más allá. Hemos estudiado los cielos desde un punto de vista heliocéntrico en 1413, y desde el del eje raíz que interviene en nuestra civilización. Miremos nuevamente a los cielos en el momento de 1413 en busca de iluminación:  

Era de Piscis: 1413        ————————————-   3573

2,160 años

La Era de Piscis durará 2160 años. Estos años los mediremos como años solares. El tiempo es una cuestión relativa de días y noches y del Sol llevado a su meridiano. Podemos encontrar la hora exacta del mediodía a través de los observatorios —siendo ésta una unidad de tiempo. Otra unidad es el año. Sabemos que el Sol saldrá en el cielo hasta junio y luego se hundirá constantemente en el cielo hacia diciembre. Esta es otra medida del tiempo relacionada con los ritmos cósmicos. También hay otros ritmos cósmicos que influyen en este aspecto 1413. Podemos abreviar esos 2160 años como lo hemos hecho antes. Al considerar el tiempo de esta manera, se puede ver mucho en relación con el año 1413.

El 30 de mayo de 1431, Juana de Arco fue ejecutada por los ingleses. Este es un hecho de la era moderna que no podemos simplemente ignorar, haciendo lo que nos gusta, sin que ello funcione en el futuro. El karma de esta ejecución se desarrolló en el sentido de la transmutación de los tiempos: de 1413 – 1431 = 18,06 años solares. Transmutar en años de Saturno: Años solares = 18,06 x 29,458 = 532 años; 532 + 1413 = 1945 (Hiroshima).

¿Dónde nos encontramos en este siglo? Veamos el gráfico anterior. La posición actual de Plutón y Urano es entre Leo y Virgo, ya que ambos están en la cola del León. Neptuno está justo en Libra. Estos planetas se mueven hacia las posiciones otoñales del Zodíaco. Neptuno ya está ahí. En un sentido exaltado, debemos esperar que creen una situación de súper otoño. En cierto sentido, ignoran la Tierra. Este aspecto no ocurre muy a menudo. En 1451, Neptuno pasó por el equinoccio de otoño, luego Urano en 1467, luego Júpiter en 1479. Este fue el comienzo de la civilización de Piscis; y este aspecto no se ha repetido hasta ahora. Indica que el último tercio de este siglo estará dominado por acontecimientos celestiales de carácter otoñal. Las fuerzas superiores de la naturaleza retrocederán y, metafóricamente, incluso tendremos que contar con las tormentas de otoño.

Sin embargo, en un otoño natural te preparas para el invierno y calientas tu casa. Notas que algo dentro de ti en San Miguel pide una conciencia superior: un despertar del sueño estival, que dispersa los esplendores de la naturaleza que nos rodea. Nos recuerdan en otoño, al igual que las fuerzas de la naturaleza. La conciencia del siglo XX también debe despertar a nuestra verdadera evolución. Uno casi siente que incluso la amenaza de la física atómica ha sido reemplazada por instrumentos de superdestrucción aún más secretos. Este estado de ánimo otoñal se refiere también a una naturaleza oculta en la que estamos igualmente involucrados.

No son perspectivas agradables, pero debemos verlas con claridad para no dejarnos llevar por lo que pueda suceder. ¿Qué podemos hacer? Cuanto más conscientes seamos del potencial de nuestra Era, más protegidos estaremos contra los males que puedan surgir. Sabemos que al «diablo», o Lucifer, no le gusta que lo reconozcan. Es a la vez nuestra arma y nuestra protección conocer y vivir con los ritmos que hemos estado estudiando. Es inmensamente difícil hablar de estas cosas y supone una gran responsabilidad. No debemos abordar estas cosas desde el pesimismo, pero debemos ser completamente realistas. Podemos estar igualmente seguros de que llegará ayuda. La perspectiva de Michael es positiva en un sentido superior.

Respuesta a la pregunta:

En relación con Juana de Arco y 1945: Juana trajo a esta época algo que era necesario para su desarrollo. Rudolf Steiner llamó a esta Era de Piscis «La Era del desarrollo del alma consciente». En su época, los ingleses estaban disipando sus fuerzas en suelo francés, por lo que no pudieron cumplir su cometido. Juana de Arco, a través de quien habló la voz de Miguel, los expulsó de Francia, por necesidad. De este modo, los ingleses se vieron obligados a dedicarse a su propia tarea —la formación del imperio a través de los descubrimientos de sus marinos, etc.

Por el momento parecería que el imperio británico ha cambiado de carácter y ha perdido su cohesión interna. Por lo tanto, algo más debería intervenir, aunque no la fisión atómica, con la que la humanidad se desmoronará. En esta era de atomización, encontramos un desgarramiento de la materia y una lucha en todos los ámbitos. En Gran Bretaña es una lucha incluso mantener unida a la Mancomunidad.

La muerte de Juana de Arco marca ese momento de la historia que separó a los ingleses del continente y los devolvió a su propio desarrollo. Pero ahora debería surgir algo nuevo; Los ingleses realmente deberían empezar a desarrollar algo en lugar de un imperio para detener esta creciente atomización del mundo. Lo que debería surgir debería ser un nuevo tipo de liderazgo moral, un imperio espiritual —un ser espiritual.

©Astrosophy Research Center 2012 – ISBN – 1888686-11-1

Traducido por Gracia Muñoz en noviembre de 2023

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