Del libro: Hablando a las estrellas: Una introducción a la Astrosofía
English version (p.205)
En la esfera de Venus
Por lo tanto, cuando llegamos a la esfera de Venus, hemos sido mutilados en cierto sentido. En la esfera de Venus prevalece el elemento del Amor más puro — Amor más puro en el sentido espiritual; y es este Amor Cósmico el que lleva lo que ahora queda del ser humano desde la esfera de Venus a la existencia del Sol.
Relaciones kármicas. GA239c2. vol. VII, 8 de junio de 1924
Sobre Venus y Buda
Debes recordar aquí la descripción de la Ciencia Oculta del comienzo de la evolución de la Tierra — cómo, después del intervalo entre la Luna y la Tierra, el Sol se reunió con la Tierra y los demás planetas, y cómo posteriormente todos ellos se separaron de nuevo, desprendiéndose, por así decirlo, como una cáscara, uno tras otro. (Véase también mi ciclo de conferencias sobre las Jerarquías Espirituales.) Por lo tanto, hubo un tiempo en que la Tierra estaba unida con el Sol. Más tarde la Tierra y el Sol se separaron, y ustedes saben que posteriormente vino la separación de la Luna, y el fortalecimiento de la Tierra a través de almas provenientes de otros planetas. Fijemos ahora nuestra atención en el momento en el que el Sol acaba de separarse de la Tierra. Cuando se produjo esta separación, los dos planetas Venus y Mercurio —les estoy dando sus nombres astronómicos— todavía estaban incluidos en el Sol. Sólo se separo la Tierra, quedando Venus y Mercurio dentro del Sol. Por tanto, ahora tenemos el Sol y la Tierra. En la Tierra, la evolución continúa. Sólo queda un pequeño número de seres humanos; otros residen en los planetas, para regresar más tarde. Con el Sol se fueron también los Seres; porque el mundo no se compone sólo de materia externa, sino de Seres. Los seres se fueron con el Sol cuando este se separó de la Tierra. Y su Líder es el Cristo. Porque en el momento de la evolución de la Tierra, cuando el Sol se separó de la Tierra, ya se había cumplido lo que podríamos llamar la toma de precedencia de Cristo sobre Lucifer y los demás Espíritus planetarios. Posteriormente Venus y Mercurio se separaron. Consideremos por un momento la salida de Venus del Sol. Junto a Venus hay Seres que al principio también se separaron con el Sol pero no pudieron permanecer allí. Estos se separan y habitan en Venus. Entre ellos se encuentra el Ser que está detrás del posterior Buda. Llegó como mensajero de Cristo a los habitantes de Venus. El Cristo lo envió a Venus, y aquí en Venus, Buda pasó por todo tipo de etapas de evolución. Más tarde, las almas regresaron de Venus a la Tierra. Las almas humanas ordinarias, por supuesto, estaban poco desarrolladas. Buda, sin embargo, que también descendió a la Tierra con las almas de Venus, era un Ser muy evolucionado -tan altamente evolucionado que pudo convertirse inmediatamente en un Bodhisattva y después en un Buda. Así, tenemos en Buda a alguien que hace mucho tiempo fue enviado por Cristo y tenía la tarea de preparar la obra de Cristo en la Tierra. Pues su misión para con los hombres de Venus tenían este significado —que debería ir antes a la Tierra, como precursor del Sol. Y ahora podrán comprender que Buda, habiendo estado con Cristo por más tiempo que los demás hombres de la Tierra -de la Tierra separada anteriormente – sólo necesitaba esa porción del Impulso Crístico que todavía tenía en él desde el Sol, para permitirle seguir el Acontecimiento Crístico desde el mundo espiritual. Para Buda eso fue suficiente. Otros seres humanos tuvieron que esperar el Acontecimiento Crístico en la Tierra. Pero debido a que Buda tenía esta relación especial con Cristo, debido a que había sido enviado por Cristo como precursor, no necesitaba esperar en la Tierra el Evento Crístico. Se llevó consigo de la Tierra la capacidad de recordar — incluso sin la ayuda del Cristo, que otros hombres necesitan— lo que significa el Yo en la Tierra. Por lo tanto, también pudo mirar hacia abajo y contemplar el Acontecimiento Crístico desde mundos superiores. Así, en todo el mundo se hicieron preparativos mucho antes para la notable misión que Buda había emprendido a instancias de Cristo. Porque fue enviado por primera vez a los hombres de Venus (y comparen lo que les cuento ahora con las conferencias que di en Helsingfors) [Note 1] — y después de la Tierra; fue a los hombres de Marte, donde desde allí tiene que seguir trabajando, llevando a cabo en Marte la misión para la que se había estado preparando durante tanto tiempo.
El hombre a la luz del ocultismo, la teosofía, la filosofía. GA137c10. Oslo, 12 de junio de 1912
En la esfera de Venus
La siguiente esfera después de la muerte es la llamada esfera de Venus. En esta esfera nos convertimos en ermitaños si en la Tierra hemos tenido una disposición irreligiosa. Nos convertimos en espíritus sociables si traemos con nosotros una inclinación religiosa. Así como en el mundo físico podemos sentir nuestra devoción al Espíritu Santo, así en la esfera de Venus encontraremos a todos aquellos que tienen la misma inclinación hacia lo divino espiritual. Los hombres se agrupan según tendencias religiosas y filosóficas en la esfera de Venus. En la Tierra, tanto el esfuerzo religioso como la experiencia religiosa siguen desempeñando un papel dominante. En la esfera de Venus la agrupación se realiza puramente según la confesión religiosa y la perspectiva filosófica. Aquellos que comparten la misma concepción del mundo están juntos en grandes y poderosas comunidades en la esfera de Venus. No son ermitaños. Sólo son ermitaños los que no han podido desarrollar ningún sentimiento y experiencia religiosa… En general podemos decir que nos reunimos con personas de la misma concepción del mundo, de la misma fe. Otras confesiones son difíciles de entender en la esfera de Venus.
La vida entre la muerte y el renacimiento . GA140c7, 15 de diciembre de 1912
Traducido y editado por Gracia Muñoz en octubre de 2023
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