Del libro: Hablando a las estrellas: Una introducción a la Astrosofía

Por Jonathan Hilton

English versión (pág. 130)          

Videos: Curso IV: Construcción de Cartas, Sesión 4

Ahora necesitamos calcular la posición exacta de la Luna. Esto es importante para avanzar a la siguiente etapa de este diagrama del proceso de encarnación. Una forma, nuevamente, es conectarse y obtener la posición de la Luna basándose en una calculadora de cartas en línea. Puedes simplemente hacer eso, o para resolverlo manualmente, realizaremos ese proceso.

Sabemos que el nacimiento tuvo lugar a las 14 horas 56 minutos, hora media de Greenwich. Nos vamos a las efemérides para encontrar dónde está la Luna a las 14 horas 56 minutos, hora media de Greenwich. Para ello, observe la posición de la Luna la medianoche del 29 de septiembre, que era 22º 28’ de Tauro, y la posición de la Luna a la medianoche del 30 de septiembre que era 5º 58’ de Géminis. Esto nos dice entonces qué tan lejos se movió la Luna en un día. Por lo general, la Luna se mueve unos 13º en un día, dependiendo de si está en su apogeo o perigeo puede ir un poco más lento o un poco más rápido. La Luna en este día desde medianoche hasta medianoche se movió 13º 30’. Eso es desde 22º de Tauro hasta el final de Tauro, que fue 7º 32′, y luego 5º 58′ en Géminis para un total de 13º 30′ de movimiento. Ahora queremos saber dónde estaba la Luna a las 14 horas 56 minutos, hora media de Greenwich. Podemos redondear a 15 horas, ya que la diferencia de 4 minutos no es suficiente para afectar nuestros cálculos. 15 horas son 0,625 de un día completo de 24 horas (15/24). Así que ahora queremos convertir la distancia que recorrió la Luna, que fue 13º 30’, a minutos para facilitar nuestro cálculo. Entonces 13º por 60 minutos nos dará 780 minutos, más los 30’, lo que significa que la Luna se movió un total de 810 minutos durante el período de 24 horas. Multiplicamos esa cantidad por la porción del día de nuestra hora de nacimiento, que es 0,625, y llegamos a la Luna moviéndose 506,25 minutos entre la medianoche del día 29 y nuestra hora de nacimiento de 14 horas. 56 min. Hora de Greenwich. Ahora si volvemos a convertir esto a grados, dividimos los 506,25 minutos entre 60 y llegamos a 8º 26’.

Así de lejos se movió la Luna desde la medianoche del día 29 hasta la hora de nuestro nacimiento. Entonces, tomamos esta posición de medianoche de Tauro el día 29 y le sumamos el 8⁰ 26’ y nos lleva a 0º 53’ de Géminis. 30º 53’ sería el total, por lo que los 30 grados nos llevan al final de Tauro y nos llevan a 53’ hacia Géminis. Entonces, la Luna al nacer está a 0º 53’ de Géminis. Ahora puedes colocar la Luna en la carta.

Con los planetas, utilizo los colores que tradicionalmente se asocian con los reinos planetarios. Utilizo ciertos tonos de Violeta y morado para Urano, Neptuno y Plutón como nuevos planetas, los colores tradicionales son: Saturno, azul oscuro; Júpiter, naranja; Marte, rojo; Sol, rosa; Venus verde oscuro; Mercurio dorado brillante/amarillo; azul claro para la Luna y los nodos lunares.

Y tienes la carta natal completa en este formato de plantilla en particular. Ahora todo está dentro del círculo interior de los signos. Todas las posiciones se dan para los signos del zodíaco tropical. Ahora tenemos que pasar al siguiente paso, y eso requiere trabajar con la Luna y la línea ascendente/descendente, la línea del horizonte al nacer.

¿Por qué trabajamos con la Luna? En un estudio de la vida entre el nacimiento y la muerte y entre la muerte y el renacimiento, la esfera lunar es ese reino en el que el ser humano ingresa antes del proceso de encarnación. La Luna, como sabemos, refleja la luz del sol, pero no sólo la luz del sol que podemos ver, sino que la Luna cuando gira alrededor de la Tierra es también una especie de registrador espiritual, una especie de espejo, que refleja los gestos de los planetas en el fondo de las constelaciones.

Se podría decir que la cara oculta de la Luna es como un registrador o receptor de la actividad de los movimientos de las estrellas. Registra así el descenso en el tiempo de la individualidad. La esfera de la Luna es la esfera del trabajo de los ángeles donde se dedican a preparar la biografía desde la estancia hasta el nacimiento para ser tejida en el destino de la encarnación venidera.

Tienes este proceso en la esfera de la Luna de registrar los movimientos de los planetas. Luego llega un momento en que el ser humano se ha contraído, por así decirlo (y aquí nuevamente usaremos conceptos espaciales, para actividades no espaciales. Necesitamos entender que estas son necesarias para que podamos formar conceptos e imágenes), sin embargo, debemos recordar que estamos hablando realmente de conciencia y ser). Entonces, podemos imaginar este tipo de contracción en el tiempo de esta individualidad humana que se ha expandido hacia la periferia y que luego comienza el viaje de regreso a la Tierra, para encarnarse en esta forma física humana. Todo ese viaje culmina con su llegada a la esfera Lunar. Entonces tiene lugar un evento que podemos calcular.

En la próxima sesión profundizaremos en esto. Es un evento que se llama época. Es un momento en el que se produce la transición entre el descenso del ser humano, la contracción del ser humano en su preparación para ingresar a la esfera Lunar y el proceso de esa individualidad uniéndose al desarrollo embrionario en la Tierra. Comienza a tejerse en el cuerpo etérico y en el embrión, uniendo con las fuerzas hereditarias, todo este recuerdo de su viaje a través de las estrellas. Esto nos da una especie de esencia, una imagen del viaje del ser humano entretejido en el cuerpo que viene para la encarnación venidera. Es una imagen viva e impresionante. Necesitamos la Luna porque la Luna es la que registra. La Luna es el reino que lleva este proceso a la encarnación en la Tierra que, como hemos dicho, está conectada al plano Ascendente/Descendente del horizonte, de modo que el ser humano eventualmente desciende al plano terrestre.

A continuación, aprenderemos cómo calcular ese momento. Luego pasaremos del círculo interior en la plantilla de las posiciones reales del nacimiento al círculo exterior y a la incorporación de los gestos de los planetas como una especie de memoria microcósmica del largo viaje del ser humano a través del cosmos hasta el nacimiento.

Traducción revisada por Gracia Muñoz en septiembre de 2023