Del libro: Hablando a las estrellas: Una introducción a la Astrosofía

Por Jonathan Hilton

English versión (pág. 65)                                                

<Videos: Curso II: Las Esferas Planetarias, Sesión 4>

En la mitología tradicional todos estamos familiarizados con la polaridad de Marte y Venus. Venus se representa a menudo como una mujer hermosa, portadora del amor. Marte suele representarse como un guerrero, un hombre, agresivo. Hay algo en esto que tiene verdad. Pero miremos a Marte en relación con su forma, con este patrón vivo y tejido que Marte crea en los cielos y que es diferente de lo que Venus teje en los cielos.

Marte está al otro lado de la Tierra detrás del Sol. Tiene una órbita mucho más larga que Mercurio y Venus. Su órbita sideral desde una estrella a la misma estrella es de aproximadamente 687 días, y su órbita sinódica es de aproximadamente 25 a 26 meses. El Sol y Marte entran en conjunción cada dos años aproximadamente , lo que significa que Marte visto desde la Tierra, también se opone al Sol aproximadamente cada dos años.

Lo interesante de Marte es que las conjunciones ocurren aproximadamente en el mismo lugar donde ocurren las oposiciones. Hay 8 conjunciones de Marte con el Sol en unos 15 o 16 años, y hay 8 oposiciones de Marte con el Sol en unos 15 o 16 años. Luego comienza nuevamente el patrón , aproximadamente en el mismo lugar. Entonces, ¿qué forma crea Marte? Lo interesante de Marte versus Venus es que vimos cómo Venus crea esta estrella perfecta de cinco puntas, este doble pentagrama, que permanece intacto en esta perfecta armonía mientras se mueve y gira a nuestro alrededor.

Marte, por otro lado, es un poco más accidentado. Crea otra forma, pero la forma no es exacta y la forma que crea, si ves el diagrama, son dos cuadrados o un octágono. Sin embargo, no son cuadrados exactos. Están un poco fuera de ángulo. Así, tenemos, incluso en su forma en los cielos, el pentagrama versus el cuadrado. ¿Qué nos puede decir eso sobre Marte?

El cuadrado es la imagen de nuestro mundo de conciencia objetiva, el mundo del espacio: Norte, Sur, Este, Oeste; los 4 elementos. Esta es una expresión de la naturaleza de Marte. Ahora, a medida que avancemos en estas sesiones, escucharemos cómo Rudolf Steiner escribe extensamente sobre Marte, la esfera de Marte y la naturaleza de la esfera de Marte, y cómo ha pasado por un cambio, una evolución. Willi Sucher escribe sobre Marte, en el sentido de que Marte es esa esfera en el cosmos, en la vida entre la muerte y el renacimiento, que facilita al ser humano la capacidad de encontrarse con el mundo de los objetos, de enfrentarse al mundo de los objetos.

Estamos viviendo ahora en la conciencia de Marte, que es esa conciencia desde la cual podemos decir «Yo no soy eso». En otras palabras, la capacidad de separarnos y confrontar es lo que nos ayuda a definirnos como “no” todo lo demás en el mundo. Este es el viaje del niño pequeño que comienza a decir “no” y a experimentar su propio yo como no fusionado con el yo de sus padres. Esto significa que Marte nos ayuda a no fusionarnos con el mundo, a no estar en unión con todo, como lo está un bebé, sino que empecemos por golpearnos la cabeza contra la mesa para despertar a la distinción entre el yo y aquello. Marte ha sido fundamental en este aspecto de confrontación, y en el hecho de que porta, por así decirlo, los arquetipos del mundo de los objetos físicos, para ayudarnos a llegar a una especie de autoconciencia del yo, que está separada del mundo. . Venus, por otro lado, es una especie de conciencia futura (y pasada), que quiere encontrar una manera de volver a identificarnos con lo que nos rodea en el mundo.

Entonces, con Marte y estos cuadrados dobles tenemos lo que en astrología se llama el aspecto de cuadratura -los ángulos de 90º o 45º- cuadratura y semicuadratura. Si miramos esto, incluso en la forma y el gesto de Marte y Venus, a ambos lados de la Tierra, tenemos en Marte la relación con el espacio, con el mundo objetivo, el número 4, el camino hacia uno mismo como un individuo separado.

Marte también está relacionado con la capacidad del habla, con la voz, con el nombre de las cosas. El habla es necesaria para nombrar e identificar aquello que está fuera de nosotros, así como para expresar nuestro mundo interior al mundo exterior. Marte, por lo tanto, en esta separación, está profundamente conectado con nuestro viaje hacia la libertad, hacia el reconocimiento de nosotros mismos como seres independientes y capaces de actuar sobre el mundo exterior. Por lo tanto, podemos ver en Marte una relación con las ciencias materiales, con la tecnología, con el industrialismo… con todo aquello que nos ha llevado al dominio y conocimiento del mundo externo de los sentidos.

Venus, a medida que avanzamos hacia el futuro, es el cuatro más uno. Lo humano más lo espiritual, el humano resucitado. Este es el camino hacia los nuevos misterios, la transformación del Yo, para que los humanos lleguemos a realizar no sólo el «yo», sino «no yo, sino lo divino en mí». Nos lleva a una reunión consciente con el mundo divino, los llamados nuevos misterios.

Traducción revisada por Gracia Muñoz en septiembre de 2023