Parte III – C5. La constelación de Géminis

Del libro Isis Sophia III – Nuestra relación con las Estrellas

de Willi Sucher.

English version (p.73)

La constelación de Géminis sugiere a la vez polaridad, tensión y multiplicidad. Esto se anticipa en el Zodíaco como arquetipo de la cabeza humana (véase la Fig. 7). Es el origen de los dos hemisferios del cerebro humano actual y también el comienzo de la tendencia a la simetría en la totalidad del cuerpo. Así, se refiere a la tensión entre la derecha y la izquierda y a su cooperación en un sentido fisiológico; por lo tanto, también es responsable de la separación e individualización del organismo único. La tendencia a la simetría se manifiesta, también, con respecto al organismo superior e inferior; y en la cabeza, por ejemplo, como la polaridad del cráneo y las mandíbulas, más bien mostrando asimetría.

Las personas que heredaron esta tendencia a Géminis a través de su desarrollo prenatal están a veces muy fuertemente sujetas a tensiones psicológicas que suelen ser consecuencia de causas fisiológicas. Tenemos una gran colección de datos sobre personas que tuvieron este peculiar impacto de Géminis, principalmente a través del Sol en la época. Muchos de ellos mostraron tremendas tensiones psicológicas y perturbaciones en la vida, que pueden llevar al punto de la locura. Sin embargo, un cuidado y una vigilancia bien dirigidos pueden evitar estos peligros.

Un ejemplo histórico de las tendencias de Géminis es el asterograma de Pico della Mirandola (Fig. 12). Era hijo de un príncipe de Mirandola, un pequeño territorio de Italia. Habiendo comenzado a estudiar a la edad de 14 años, acumuló considerables conocimientos. Además del griego y el latín, conocía el hebreo, el caldeo y el árabe. También se inició en la Cábala. A la edad de 23 años, se vio en dificultades al exponer, para la disputa pública, un gran número de cuestiones sobre filosofía y teología que fueron prohibidas por el Papa. Su vida personal también fue bastante dramática. Mostró la herencia de la constelación de Géminis en toda su extensión, viviendo y moviéndose en los extremos.

Podemos considerar todo lo que viene del mundo de la materia a través de los padres, etc., como una especie de matriz que es impregnada por el asterograma de la época como un mundo complejo de fuerza, elegido por el individuo. La amalgama entre «matriz» y «fuerza» se produciría entonces en el momento de la época.

Esta sugerencia de la relación entre el germen terrestre y la imagen cósmica de un individuo, corresponde también a los resultados de la investigación en la ciencia espiritual. Sobre esta base, deberíamos poder visualizar la posibilidad de que la época tenga lugar, en ciertos casos, antes de la concepción. En otras palabras, una individualidad, rodeada de sus propios requisitos cósmicos de fuerza, puede tener que esperar el ofrecimiento de un germen físico adecuado. Entonces el cielo de la época representaría, por así decirlo, la «armonía cósmica preestablecida», que conduciría los acontecimientos terrestres a través de sus características dinámicas hacia la dirección deseada.

En su 28º año, publicó su Heptaplus, una exposición mística de la creación. Después comenzó una gran obra contra los enemigos de la Iglesia; sin embargo, sólo se completó una parte de ella, que contiene un tratado contra la astrología. En sus múltiples andanzas, también entró en contacto con Savonarola en Florencia. Como consecuencia de ello, tres años antes de su muerte (17 de noviembre de 1494) renunció a su parte de la herencia ancestral, regaló todo lo que tenía y vagó descalzo por el mundo. Pero una fiebre puso fin a su carrera terrenal.

Sólo estos últimos años revelan hasta qué punto Pico della Mirandola estaba influido por la tendencia de Géminis y su dificultad para mantenerse en una línea media entre los extremos de cualquier tipo. Esto fue aún más acentuado por Marte en Géminis al principio de su desarrollo embrionario y en Libra en el momento de su nacimiento.

Júpiter en Sagitario le imprimió un deseo insaciable de vagar, aprender y adquirir los más altos conocimientos posibles. Este planeta actuó en el sistema de extremidades inferiores de la imagen del embrión, y somos de la opinión de que tal impacto no sólo se manifiesta en un sentido puramente físico, sino que también actúa en la psique.

Saturno en Acuario lo hemos conocido anteriormente, en la posición de los pies de la imagen embrionaria de Edison. Ciertamente infundió, también en este caso, una fuerte afinidad con la Tierra. Pero ciertos aspectos del asterograma sugieren que provocó una profunda conexión con nuestro planeta, y no sólo en un sentido externo. También hubo una profunda comprensión de los misterios y los propósitos espirituales de la Tierra dentro del universo mayor. El magnífico conocimiento que Pico tenía de la Cábala y de la astrología, aunque se oponía a su práctica con fines de pronóstico, revelan que era un verdadero ocultista que se mantenía firme y leal a nuestro planeta. Esto corresponde precisamente al significado de Saturno en Acuario.

El Sol de la época de Emile Zola, el novelista francés, también estaba en la constelación de Géminis (Fig. 13). Su tendencia a Géminis era notablemente manifiesta, tanto en su obra literaria como en su vida personal. Como crítico era vigoroso y agresivo, y sus novelas, como Thérèse Raquin, Germinal, La Terre y muchas otras, eran poderosas, pero en parte truculentas. También le gustaba ir a los extremos en sus descripciones, al igual que Pico della Mirandola, sobre todo en lo que se refiere a la desigualdad y el fracaso de la vida social.

La traición a su disposición de Géminis fue más evidente en relación con el llamado asunto Dreyfus. Dreyfus era un capitán del ejército francés. A finales del siglo pasado, fue acusado de alta traición. Zola llegó a la conclusión de que Dreyfus era la víctima inocente de una conspiración y, con su habitual vigor e intrepidez, atacó abiertamente a todos los que habían participado en la acusación de Dreyfus. Todos los detalles de sus acciones en relación con este caso muestran sin lugar a duda su afiliación a Géminis, al lanzar todo su peso en un asunto que era, en ese momento en Francia, objeto de extrema controversia pública. Vivir en tensión y crear tensión en los lectores de sus novelas parece haber sido la raíz de la existencia de Zola.

Marte y Júpiter estaban en la constelación de Virgo en la época. Trabajaron en la parte de la imagen del embrión asociada al pecho, la «casa de la vida». De este modo, Zola heredó la capacidad y la inclinación casi científicas de hacer aflorar el mundo de los sentimientos humanos, incluso cuando revelaba aspectos truculentos y malsanos de la vida social. A esto le ayudó un profundo impulso de lucha por la justicia social, que vemos apoyado en un sentido cósmico-biológico por Saturno en Escorpio. Esto funcionó en la región de los muslos, que permiten ejercer la fuerza de voluntad para lograr los objetivos, tanto en la esfera fisiológica como en la psicológica.

Traducido por Carmen Ibáñez Berbel

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